(EFE).- El carnaval, la fiesta más esperada en Panamá y sinónimo de agua, música y desenfreno, fue cancelado por segundo año consecutivo a causa de la pandemia de la covid-19, que tiene al país sumido en una vertiginosa cuarta ola que está dejando récord de casos diarios y presionando al sistema sanitario.
El decreto ejecutivo con fecha de este 27 de enero de 2022 que cancela las fiestas de carnaval, previstas del viernes 25 de febrero al domingo 6 de marzo próximo, lleva la firma del presidente panameño, Laurentino Cortizo, y del titular del Ministerio de Salud (Minsa), Luis Francisco Sucre.
De acuerdo con el decreto, se estableció entre esas fechas la prohibición de actividades multitudinarias, como bailes en espacios abiertos o cerrados, en jardines, cantinas, discotecas, toldos y similares.
También las «cantaderas, conciertos, presentaciones, de artistas en tarima y animación en estructuras móviles de discotecas, así como los «culecos o mojaderas, con o sin auto cisterna; desfiles, murgas, comparsas y tunas».
El decreto señala además «la prohibición de galleras, hierras, corridas de toro, lazos y similares, así como reuniones multitudinarias en residencias, edificios, calles o barriadas, conocidas como ‘parking'».
El Ministerio de Salud, en coordinación con los organismos de seguridad del Estado, velarán por el cumplimiento de las medidas establecidas en el decreto, cuya contravención será sancionada por la autoridad de acuerdo con su competencia.
Esa decisión del Gobierno central estuvo precedida de pedidos de algunos alcalde de localidades del interior del país de que se suspendieran las fiestas debido a la alta incidencia de la covid-19.
Los carnavales también fueron cancelados en el 2021 a causa de pandemia de covid-19, que ha causado al menos 669.860 contagios confirmados y 7.645 defunciones desde el 9 de marzo de 2020.
Desde que se detectó la variante ómicron, a mediados de diciembre pasado, el país centroamericano vive una rápida propagación de coronavirus, con cifras récord de nuevos contagios diarios, y un aumento, aunque en mucha menor medida, de los hospitalizados y muertos por la enfermedad.
Las autoridades han reconocido que la ola pandémica no ha alcanzado aún su pico y que hay presión en los hospitales mas no colapso, como afirmó días atrás el director de la Caja del Seguro Social (CSS), Enrique Lau Cortés.