Daniel Gómez (ALN).- El descalabro de Unidas Podemos este domingo debilita a Pablo Iglesias. Más débil será su posición para negociar un gobierno de coalición con Pedro Sánchez. Y más débil será su liderazgo a nivel interno. Los bastiones de Madrid, Barcelona, La Coruña, Zaragoza, Ferrol y Santiago de Compostela, donde antaño se concentraba el poder territorial de Podemos, también los perdió.
Pablo Iglesias sigue desaparecido. La última noticia del secretario general de Unidas Podemos se produjo a las 11:40 del domingo, cuando fue a votar a su colegio en Galapagar, Madrid. Desde entonces ni rastro de él. Ni una declaración. Ni un tuit en el que valore los resultados de las elecciones municipales, autonómicas y europeas, en las que su partido sale como claro perdedor.
El silencio de Iglesias contrasta con su actitud de hace una semana. Cuando se apresuraba a decir que formaría gobierno con el Partido Socialista, dando incluso por hecho que sería ministro.
Ahora el panorama es diferente. En Madrid se descalabra. En el Ayuntamiento, la formación de Podemos, Madrid en Pie, ni siquiera obtiene representación. En la Comunidad apenas logra siete escaños, 20 menos que en 2015.
Se podría decir que el fracaso en Madrid es consecuencia del surgimiento de Más Madrid, el partido de Manuela Carmena e Íñigo Errejón, dos dirigentes antaño de Podemos. En cierto modo lo es. Lo que ocurre es que el descalabro del partido morado se sintió en toda España. Y en Europa.
Iglesias perdió cinco eurodiputados. Perdió Madrid y otro bastión como Barcelona. También La Coruña, Zaragoza, Ferrol y Santiago de Compostela. Su consuelo está en Valencia y Cádiz, donde se mantienen los que hace cuatro años se bautizaron como los ayuntamientos del cambio.
Ahora a Iglesias se le abre un campo de incertidumbre. Los resultados de este domingo lo colocan en una posición muy débil para negociar una coalición con el PSOE. Se le complica convertirse en ministro. Pero no es del todo imposible. El presidente en funciones, Pedro Sánchez, sigue necesitando su apoyo ante el bloqueo de Ciudadanos.
Los números apuntan a un gobierno en minoría de los socialistas, avalado por Unidas Podemos y la abstención del resto de formaciones nacionalistas. Sin embargo, Iglesias presionará para obtener su cuota de poder.
Incertidumbre también a nivel interno. ¿Iglesias seguirá siendo el líder de Unidas Podemos? ¿Los simpatizantes siguen confiando en el proyecto?