Daniel Gómez (ALN).- Tras cinco años en el foco de la actualidad política, cuestionado por sus nexos con el chavismo y con el régimen. Tras cinco años esquivando hablar de Venezuela, Pablo Iglesias, líder de Podemos, fue claro. Aunque no responsabilizó a nadie.
Pocas veces el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, habló tan claro sobre el gobierno de Nicolás Maduro y el chavismo como este jueves, en la Comisión de Investigación de Financiación de los Partidos.
“No”, dijo cuando le preguntaron si a su partido le financió el régimen venezolano. “No”, cuando insinuaron que trabajó para el chavismo. “Rotundamente no”, cuando le acusaron de recibir dinero del Foro de Sao Paulo, en el que también participan los regímenes de La Habana y de Managua.
Ante tanta insistencia, Iglesias entonó una especie de mea culpa. “No comparto algunas cosas que dije en el pasado. La situación política y económica de Venezuela ahora es nefasta. Rectificar en política está bien”, aclaró, aunque no responsabilizó a nadie de esa situación.
Tras cinco años en el centro de la actualidad política, continuamente cuestionado por los vínculos con el régimen venezolano, por la afinidad ideológica con algunas de las cosas que decía Hugo Chávez. Cuestionado por la falta de claridad a la hora de hablar de Venezuela, Iglesias por fin se pronunció. Añadió que hasta algunas de sus opiniones pudieron ser tonterías.
Como prueba de que Podemos no está financiado por el régimen, expuso hasta 10 querellas rechazas por la Justicia española de los delitos que le imputó el Partido Popular.
Iglesias también aseguró que su modelo de financiación es limpio y trasparente. Leyó las cuentas recibidas para cada campaña electoral, y aclaró que su modelo de donaciones funciona a través de una plataforma de crowdfunding que luego se hace pública.