(EFE).- El líder del conservador Partido Popular (PP), Pablo Casado, se despidió hoy del Congreso ante su prevista salida de la dirección del partido, el principal grupo de oposición en España, tras una dura crisis interna propiciada por un enfrentamiento con la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso.
Casado llegó este miércoles al Congreso a la tradicional sesión de control al Gobierno en medio de una gran expectación, después de que en las últimas horas perdiera el apoyo de los líderes regionales de su partido, de los diputados de su grupo parlamentario y de las bases.
El hasta ahora líder del PP hizo su pregunta al presidente del Gobierno, el socialista Pedro Sánchez, y aprovechó para afirmar que, para él, la política es la «defensa de los más nobles principios y valores, el respeto a los adversarios y la entrega a los compañeros».
El calendario quiso que la sesión de hoy se celebrara un 23 de febrero, aniversario del intento de golpe de Estado de 1981, cuando un grupo de guardias civiles, apoyados por algunos militares, tomó el Congreso con la intención de hacer revertir la recién estrenada democracia en España tras la dictadura franquista.
Casado, en esta efeméride, defendió una democracia construida con «coraje» y desde la «concordia y la reconciliación» y pidió al Gobierno que «se ponga al servicio del interés general» porque se debe a los españoles y «a nadie más».
Sánchez, con el que en los últimos años ha mantenido duros debates, le deseó «lo mejor en lo personal» «desde la diferencia y la discrepancia política» y aprovechó su intervención para anunciar que no adelantará las elecciones generales, previstas para finales de 2023, como desde algunos sectores se especulaba.
Sin hacer uso de su derecho a réplica, el hasta ahora líder del PP salió del hemiciclo con el aplauso de los diputados de su grupo, el mismo que ayer, por mayoría le pidió que abandonara su cargo de presidente del PP y convocara un congreso extraordinario del partido. Casado se despidió volviéndose hacia sus diputados con la cara descubierta, sin mascarilla y saludando con la mano.
Tras una semana en la que la guerra entre la dirección del PP y la presidenta madrileña ha roto al partido y lo ha sumido en una gran crisis a poco más de un maño para las elecciones generales, Casado se marchó de la Cámara, aunque no anunció por el momento su dimisión.
Por la tarde se reunirá con los presidentes regionales del Partido Popular, tras convocar el XX Congreso del Partido Popular, extraordinario, como salida a la crisis en la formación.