Daniel Gómez (ALN).- El líder del PP está con Juan Guaidó. Tanto que aplica en España la hoja de ruta con la que el venezolano juró como presidente encargado. Ya Casado llamó a Pedro Sánchez ilegítimo y también convocó una manifestación para que Madrid lo repudie. Pero perdió la ruta de Guaidó, porque Pablo Casado se empezó a parecer a Nicolás Maduro.
Se ve que Pablo Casado, líder del Partido Popular, está al tanto de la política venezolana. Una prueba es que fuese el primero en apoyar a Juan Guaidó cuando juró como presidente encargado. Ahora, embelesado por ese método, quiere aplicar su la fórmula Guaidó en España.
“Pedro Sánchez es un presidente ilegítimo”, dijo el miércoles en un acto del partido. Recuerda al primer punto de la hoja de ruta en Venezuela: fin de la usurpación.
Casado llamó ilegítimo a Sánchez provocado por lo que muchos analistas políticos, como el periodista Iñaki Gabilondo, consideran una metedura de pata del Gobierno: ceder ante el independentismo catalán y colocar a un tecnócrata como mediador. “Relator”, como aclaraban desde La Moncloa hasta que este viernes rompieron el diálogo con el secesionismo.
Esta metedura de pata despertó la ira de Casado, quien convocó una manifestación para echar a Sánchez. Esta ocurrirá el domingo, estará respaldada por Ciudadanos y Vox, y tendrá lugar en “la capital del reino de España”. O sea, Madrid.
Casado se convirtió en Maduro
Al líder del PP, quizá exaltado ante tanto nacionalismo, se le traspapelaron los planes. Y dejó de seguir la ruta de Guaidó, para subirse a la línea impuesta por Nicolás Maduro. “Traidor”, “incompetente”, “incapaz”, “mentiroso compulsivo”, “mediocre”… Un total de 21 descalificaciones empleó para cargar contra Sánchez.
Qué ironía: en 2017, en España, se echaron las manos a la cabeza cuando Maduro le dijo al expresidente Mariano Rajoy que “sacara sus narices” de Venezuela. Casado no es que iguale a Maduro. Le supera. Y, por si fuera poco, afirmó que lo que él decía no eran descalificaciones. “Son descripciones”, se justificó. ¿A quién le recuerda esta negación de la realidad?
El líder del PP dejó de seguir la ruta de Guaidó, para subirse a la línea impuesta por Nicolás Maduro. “Traidor”, “incompetente”, “incapaz”, “mentiroso compulsivo”, “mediocre”… Un total de 21 descalificaciones empleó para cargar contra Sánchez
Con Casado el PP ha endurecido su discurso. Pasaron hacia la derecha “y sin complejos”, como insiste. Poco queda de la centroderecha a la que Rajoy y su número dos, Soraya Saenz de Santamaría, se aferraron.
La falta de complejos, en esta ocasión, se confundió con la falta de modales. De hecho, tal cual revela el diario El País, muchos pesos pesados del PP se molestaron por la imagen que dio Casado. Por eso suavizó el tono.
Su artículo en El Mundo publicado este viernes evidencia este cambio de discurso. Siguió yendo contra Sánchez, sin abandonar la esencia, pero sin perder las formas. Sin convertirse en Maduro.
“Unidos por la libertad alrededor de nuestra bandera como único símbolo, vamos a decir alto y claro que España va a permanecer en pie a pesar de su Gobierno. Que no se arrodilla y que no se abandona. Que el Gobierno es de la Nación y la Nación ha dicho basta. Que no se puede faltar a la promesa de guardar y hacer guardar la Constitución expresada solemnemente ante el jefe del Estado. Que los españoles demandamos ser restituidos en nuestra plena soberanía de inmediato, en las urnas, donde se debe. Que queremos llenar las plazas de toda España para llenar las urnas de libertad”, escribió Casado.
El discurso contra Sánchez
En el PP están de acuerdo con que siga adelante la manifestación. De acuerdo con que en Madrid se evidencie el rechazo del pueblo a Sánchez, quien se resiste a convocar elecciones, a pesar de sostenerse por Podemos y los partidos nacionalistas.
Al respecto, no hay que olvidar que la Constitución española le permite ser presidente. No es ilegítimo. Sánchez tiene representación en el Congreso, y sus socios le garantizan la mayoría. Débil. Pero mayoría.
Además, ¿qué decir de su imagen internacional? Poco más de medio año como mandatario y ningún presidente en el mundo, y eso que se ha reunido con muchos y de todos los colores (Justin Trudeau, Mauricio Macri, Andrés Manuel López Obrador…), le ha repudiado.
También hay que recordar que Casado tiene la opción de hacer lo que hizo Sánchez cuando quitó a Rajoy de la Presidencia: presentar una moción de censura. ¿Por qué no lo hace? Porque con el apoyo de Ciudadanos en este momento no le da.
Es cierto que las cosas han cambiado. De ahí que presione, con la manifestación del domingo, para un adelanto electoral. Casado se cree ganador y tiene sed de urnas. Pero es que a Ciudadanos le pasa lo mismo. Y a Vox. Que irrumpió en el panorama político con un discurso nacionalista, antifeminista y liberal. Parecido al de Casado.