María Rodríguez (ALN).- El bloqueo a Qatar por parte de Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos, Bahréin, Yemen y Egipto no se refleja en el precio del crudo. El barril de la OPEP está en los niveles más bajos desde noviembre de 2016 y mantener los recortes en la producción tampoco lo fortalece.
El reciente bloqueo de Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos (EAU), Bahréin, Yemen y Egipto a Qatar, al que acusan de apoyar el terrorismo, no se refleja en el precio del crudo. Este continúa en la senda bajista desde finales de 2016, a pesar de que Oriente Medio es una de las regiones de mayor producción de petróleo del mundo.
Los cinco países árabes que han cortado relaciones diplomáticas con Qatar y que intentan aislarlo económica y políticamente, ya le habrían entregado la lista de exigencias, además de una cuenta atrás que concluiría la próxima semana, según la prensa de la región. Entre los requisitos incluyen el cierre de la cadena catarí Al Jazzeera, que admitan el apoyo de Doha a los grupos terroristas y limiten sus relaciones con Irán, además de abonar una indemnización que aún no se habría determinado. El Ministerio de Exteriores de Qatar ya rechazó este bloqueo y lo tachó de “injustificado”.
Zangané: “La causa de la caída de los precios del petróleo es el aumento imprevisto de la producción de EEUU”
El calentamiento geopolítico de Oriente Medio contrasta, pues, con el enfriamiento de la cotización del oro negro. El pasado jueves, el barril de crudo de la OPEP (Organización de Países Exportadores de Petróleo), llegó a cotizarse en 42,58 dólares (38,01 euros), el nivel más bajo desde el pasado 18 de noviembre.
De poco le ha servido a la OPEP acordar en mayo mantener nueve meses más, hasta marzo de 2018, el recorte de producción de 1,8 millones de barriles diarios aprobado el pasado diciembre. Ante la persistente entrada de más petróleo en el mercado, sea de Libia y Nigeria, que están exentos del recorte, o de Estados Unidos, donde aumenta la producción de petróleo de esquisto, los precios vuelven a bajar en lugar de estabilizarse.
En este sentido ya se manifestó el pasado viernes el ministro iraní de Petróleo, Biyan Zangané: “La causa de la caída de los precios del petróleo es el aumento imprevisto de la producción de EEUU”. El ministro indicó que Irán mantiene conversaciones con otros miembros de la OPEP para tomar una decisión común sobre este punto. Además, Zangané subrayó que todavía es “pronto” para juzgar la efectividad del acuerdo de la OPEP.
También se pronunció hace varias semanas sobre este punto Ígor Sechin, presidente del gigante petrolero ruso Rosneft. Sechin auguró una larga etapa de petróleo barato, independientemente de si la reducción de la producción se prorroga de manera indefinida. Y es que, según el directivo, el efecto positivo del pacto de mayo entre países productores será anulado por el petróleo de esquisto de Estados Unidos.
La crisis de Venezuela tampoco calienta el precio del petróleo
Si el precio del crudo no se calienta con la crisis diplomática en los países árabes, tampoco lo hace por la situación económica, política y social de Venezuela. La que fuera una potencia en la producción de crudo, hoy reduce sus exportaciones petrolíferas a pasos agigantados. Solo un ejemplo: en España, la importación disminuyó de los 3,19 millones de toneladas compradas a Venezuela en 2015 a los 1,12 millones de 2016, lo que supone un 65% menos.
Sechin, presidente de la petrolera rusa Rosneft: “Nunca dejaremos Venezuela”
La Asociación Española de Operadores de Productos Petrolíferos (AOP) expone en su Memoria de 2016 dos razones por las que el crudo venezolano pierde peso en la órbita mundial. El primero de los motivos que subraya la AOP es “la mala gestión de los activos energéticos” venezolanos. Esto, junto a la “crisis socioeconómica” que atraviesa el país, ha hecho que Venezuela registre “el nivel de producción más bajo en treinta años”, según la patronal.
El segundo motivo que cita AOP es la “inestabilidad” de Venezuela. La patronal constata que “se han registrado cambios sustanciales en la estructura [del mercado petrolero en España] que favorecen la seguridad del suministro a través de un reparto más equilibrado” entre los países proveedores.
Más confiado con este país se muestra Sechin. “Nunca dejaremos Venezuela”, afirmó el pasado miércoles a periodistas, según publica Reuters. La petrolera rusa ha prestado a la venezolana PDVSA entre 4.000 millones y 5.000 millones de dólares (3.500 millones y 4.400 millones de euros) en los últimos años, según cálculos de esta agencia de noticias.
Tal y como apunta el portal Analítica, la firma rusa ha ido ganando terreno en Venezuela mientras el gobierno de Nicolás Maduro busca fórmulas para cubrir una escasez de recursos por el déficit causado por la caída de los precios del crudo.