Redacción (ALN).- La Asociación Nicaragüense Pro Derechos Humanos denuncia que ha sufrido “el asedio permanente de grupos armados no autorizados y llamadas telefónicas de amenazas” en las oficinas. Seguirá atendiendo las denuncias de las víctimas pero por internet.
Nueva consecuencia de la crisis en Nicaragua. La Asociación Nicaragüense Pro Derechos Humanos (ANPDH), una de las más destacadas en el rescate de manifestantes heridos, detenidos u hostigados en las protestas contra el régimen de Daniel Ortega, ha anunciado que cierra sus oficinas en Managua. Lo hace por las amenazas que está sufriendo. Así lo señala la agencia France Presse. “La ANPDH se ha visto amenazada tras haber recibido información alarmante sobre la activación de prácticas ilegales de persecución judicial y criminalización sin fundamento legal que lo motive en contra” de sus activistas, alertó la organización en un comunicado. La asociación que dirige Álvaro Leiva y cuya oficina central está en Managua, dijo que ha sufrido “el asedio permanente de grupos armados no autorizados y llamadas telefónicas de amenazas” en las oficinas. Ante esta situación, la ANPDH decidió cerrar sus oficinas como medida preventiva para “garantizar la integridad física y la seguridad de nuestros defensores”. No obstante, seguirá atendiendo las denuncias de víctimas a través de internet. El propio Leiva, en declaraciones al periódico La Prensa, señaló que se ha trasladado a Costa Rica. “Hay amenazas para mí y mi equipo de judicializarnos”, afirmó. La ANPDH recibió el pasado julio el Premio Franco-Alemán de Derechos Humanos en Nicaragua en reconocimiento a su labor.