(EFE).- Varios partidos opositores de Venezuela rechazaron las acusaciones anunciadas este miércoles por la Fiscalía contra cuatro activistas que trabajaron en la organización de un reciente acto de campaña de Edmundo González Urrutia, el candidato presidencial de la principal coalición antichavista, la Plataforma Unitaria Democrática (PUD).
A través de un comunicado, Voluntad Popular (VP) rechazó «contundentemente» que el ente fiscal imputara a Luis López, Juan Iriarte, Ismael González y Jeancarlos Rivas -este último responsable juvenil en el estado La Guaira (norte) del partido- por los delitos de incitación al odio y asociación para delinquir.
A juicio de la formación, las detenciones y acusaciones contra estos activistas son medidas «violatorias de derechos humanos y del debido proceso», y aseguró que la «persecución por razones políticas forma parte de la larga lista de crímenes de lesa humanidad cometidos por la dictadura», como suele llamar al Gobierno de Nicolás Maduro.
Por su parte, Primero Justicia (PJ) expresó que estos hechos «demuestran el recrudecimiento de la persecución política por parte del régimen de Nicolás Maduro, la violación de los derechos políticos de los venezolanos y el incumplimiento del Acuerdo de Barbados», un documento suscrito por el chavismo y la PUD que establece garantías electorales de cara a las presidenciales.
En su mensaje, publicado en X, PJ exigió el respeto a los derechos humanos de los acusados, al debido proceso y «su libertad inmediata».
De acuerdo con la Fiscalía, los cuatro activistas, durante un recorrido del candidato antichavista en La Guaira, llevado a cabo el pasado 10 de junio, «se dirigieron agresivamente» a un comando de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB, Policía militarizada) e «intentaron ingresar, mediante el uso de la fuerza, con la intención de crear lesiones a los efectivos».
Según las imágenes que circulan en las redes sociales, el día de la actividad González Urrutia, junto a decenas de simpatizantes, se acercó a saludar a un miembro de la GNB que estaba parado en la entrada de la sede militar.
El guardia le pidió que se retirara del lugar y así lo hizo el político. Sin embargo, el chavismo ha denunciado que hubo incitación al odio y promoción de la violencia.
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