(EFE).- El grupo opositor venezolano que lidera Juan Guaidó consideró este martes que la activación de las Brigadas Comunitarias Militares (Bricomiles), creadas por el Gobierno el mes pasado para reparar planteles educativos y hospitales, busca «el control de las escuelas y someter a la población bajo un esquema de militarización».
La opositora Deyalitza Aray, citada en una nota de prensa, alertó que estas brigadas están conformadas por funcionarios de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) y miembros del oficialista Partido Socialista Unido (PSUV), lo que, consideró, contraviene «el pensamiento libre y autónomo» que debe existir en el sistema educativo.
Para la exparlamentaria, que participó en un encuentro virtual entre antichavistas, la puesta en marcha de estas brigadas se trata de «un espejismo más» que se suma a las «precarias condiciones» de las infraestructuras de los centros educativos.
«Los militares no se pueden ocupar de la educación», aseveró la también exdiputada opositora Mildred Marrero, para quien la FANB es «sinónimo de corrupción y narcotráfico».
El cambio político en Venezuela
Los opositores insistieron en la necesidad de que se genere «un cambio político» en Venezuela para lograr superar «los problemas que originó el régimen del presidente venezolano, (Nicolás) Maduro, en el sector educativo».
El plan de crear estas brigadas fue anunciado el pasado 20 de junio por Maduro e incluye, en una primera fase, a casi 4.000 escuelas y más de un millar de centros de salud.
Según el Ejecutivo, los consejos comunales, el Movimiento Somos Venezuela, organizaciones estudiantiles y las Fuerzas Armadas trabajan en estas reparaciones en todo el territorio.