Redacción (ALN).- La pandemia ha provocado una caída en la demanda de servicios de vacunación en los 38 países de América Latina. De estos, al menos 18 han reportado de forma oficial dificultades en la obtención de dosis y otros insumos, lo que está poniendo en riesgo a uno de los grupos más vulnerables: el de las madres y los recién nacidos.
En Latinoamérica basta con que los servicios de cobertura materno-infantil caigan un 10% para que 28.000 mujeres y 168.000 niños estén en riesgo de muerte, apuntó este martes Naciones Unidas en un informe conjunto entre el Programa para el Desarrollo y la agencia para la infancia, Unicef.
El problema es que estos datos ya se han alcanzado. El informe señala que en el primer semestre de 2020, la cobertura sanitaria de mujeres y niños cayó entre 9,8% y 18,5%. A esto se suma un aumento de la desnutrición aguda del 10% como consecuencia de la pandemia. El problema es que si la situación continúa deteriorándose, las previsiones pueden ser todavía más sombrías, hasta el punto de que en los próximos seis meses Latinoamérica sumaría entre 56.700 y un millón de muertes adicionales.
“Con la suspensión parcial o total de los servicios de salud sexual, reproductiva y pediátrica; con las dificultades de acceso por la falta de transporte público; con el miedo a exponerse al coronavirus; y con el aumento de la malnutrición causada por la pobreza, miles de mujeres, niños, niñas y adolescentes corren el riesgo de morir por falta de atención en salud, y no por covid-19”, apuntó la ONU en el comunicado.
Hasta junio de 2020, la demanda de servicios de vacunación cayó en los 38 países de la región, de los cuales al menos 18 han reportado dificultades para obtener inmunizaciones e insumos como jeringuillas.
Detalló el informe que algunas semanas países como Perú, México y Ecuador han reportado excesos de fallecidos próximos o superiores al 200%. “Estas muertes se deben tanto al covid-19 como a las causas indirectas producidas por la disminución de la provisión de servicios de salud y por la disminución de la utilización de estos servicios. Se calcula que el efecto indirecto de la pandemia en los servicios y en la salud de la mujer, de la niñez y de la adolescencia es de gran magnitud, incluso mayor que el de las muertes directas por coronavirus”.
Por datos así las agencias de la ONU piden poner en el foco los servicios de cobertura para mujeres y niños en Latinoamérica. Un llamado que se suma al realizado por la Organización Panamericana de la Salud la semana pasada a propósito de las embarazadas: un grupo vulnerable ante el coronavirus si no recibe la atención necesaria.
De hecho, la Organización Panamericana de la Salud reportó un total de 458 muertes en América, siendo México y Brasil los países que concentran la mayoría de esos decesos, con 140 y 135 respectivamente. El organismo también expuso la situación de Panamá, que pese a ser uno de los países más pequeños de la región, presenta la tasa de mortalidad entre embarazadas más alta de América.