Daniel Gómez (ALN).- El expresidente de EEUU quiere que los nuevos líderes sean conscientes de que hay que cuidar el planeta. De que la ciencia es el mejor camino para conseguirlo. Y está convencido de que las nuevas generaciones serán el motor de esta nueva era. “La gente joven está llena de entusiasmo, de interés, pero nadie les ha preguntado de forma seria. Nuestro trabajo es empoderarlos”, dijo.
El expresidente de Estados Unidos Barack Obama está construyendo una casa en su Hawái natal. Reconoce cierta preocupación. Las obras no marchan como esperaba porque tiene que estar pendiente del nivel del mar. Cada vez más y más alto.
La anécdota la contó el propio Obama este viernes en la Cumbre de Innovación Tecnológica y Economía Circular que celebró la Advanced Leadership Foundation en Madrid. Con ella introdujo un tema clave: el medio ambiente y el cambio climático.
En el acto, Obama confesó que una de las motivaciones que lo llevaron a la Casa Blanca era modificar el modelo energético mundial. Acabar con el calentamiento global, el derretimiento de los polos y por qué no, construir su casa de Hawái sin que le fastidie el nivel del agua.
Bajo el liderazgo de Obama, salieron adelante los Acuerdos de París. Unos compromisos de los que su sucesor en la Presidencia, Donald Trump, se desvinculó a las primeras de cambio.
Comentando ese detalle, con una sonrisa torcida, casi burlona, Obama resaltó lo positivo que ha sido el Acuerdo de París para el mundo. “La buena noticia es que somos testigos de energías más limpias y sostenibles. Más competitivas respecto a combustibles fósiles. Gracias a los países que lo han respetado vemos que la economía incorpora tecnologías sostenibles”.
Obama quiere mantener esta tendencia. Que todo el mundo abogue por una economía más sostenible. Y ese es uno de los motivos que le trajo a Madrid. A charlar con un viejo amigo. Con su asesor en la reforma hacia las energías renovables Juan Verde, hoy presidente de la Advanced Leadership Foundation.
Con este evento, Verde quiere formar a líderes. A 300 empresarios, políticos y científicos españoles que fueron cuidadosamente seleccionados para que prodiguen las lecciones de esta cumbre por toda España. Por ello contó con Obama.
Invertir en ciencia
En la conversación entre ambos, que duró una hora y fue presenciada por 2.000 personas, Obama trató de aclarar el horizonte a los líderes del futuro. Por eso insistió tanto en el cambio climático. En este sentido, el expresidente se acordó de las economías en desarrollo. De países como China, India y regiones como África y América Latina.
“Hay mucha gente en estos lugares que aspira a tener el mismo nivel de vida que una persona de Madrid y de Los Ángeles. Si quieren usar la energía, el aire acondicionado, nuestras máquinas, al igual que nosotros, todos terminaremos perdiendo”.
“Creo firmemente que el progreso humano está dirigido en base a la razón y la lógica”
Por eso insistió en un cambio. “Las aspiraciones de los más desfavorecidos no tienen que entrar en conflicto con el desarrollo económico”. Así, alentó a los empresarios de la sala a crear más empresas, más oportunidades. “Tenemos que garantizar que los políticos conozcan lo que quiere la gente”.
Para Obama, la mejor forma de conseguir esta transformación es a través de la ciencia. “Creo firmemente que el progreso humano está dirigido en base a la razón y la lógica”, comentó.
Y es que está convencido que los grandes avances de la humanidad han estado ligados a la innovación y a la creatividad. Por eso ahora está cabreado. Le molesta cómo la Administración Trump está rebajando los presupuestos en ciencia.
“Estamos cometiendo un grave error. Nosotros no sólo acompañamos a los atletas jóvenes, sino también a los científicos. Los invitábamos a la Casa Blanca, y los alentábamos”. Y es que, “una fuerza laboral más cualificada puede generar más competitividad”, agregó.
Empoderar a los jóvenes
En la conversación con Verde, Obama hizo mucho énfasis en los jóvenes. Los considera un agente de cambio, aunque a veces muchos pongan en duda su compromiso. Recuerda cómo en 2008, mientras estaba en campaña para las presidenciales, encomendó a chavales de 20 años la organización de sus actos. Les animó a participar en política.
“Les dije: vosotros estáis al mando, id a conocer a la gente y montad una estrategia de campaña. Eso fue lo que hicieron. Mucho mejor que publicistas, expertos en marketing o cualquiera de nuestros asesores”, comentó.
Por este motivo, Obama considera que el trabajo de los líderes mundiales es empoderar a la gente joven. “La gente joven está llena de entusiasmo, de interés, pero nadie les ha preguntado de forma seria. Nuestro trabajo es empoderarlos”.
Sabe que, a pesar de todos los problemas, el calentamiento global, la falta de inversión y las malas políticas, “el mundo nunca ha sido más rico, más sano, mejor educado y mejor formado”. Y esto sin duda será una ventaja para su desarrollo.
“Una de las cosas que me he dado cuenta es que, si hablas con la gente de forma honesta, como adulto, si explicas la naturaleza de los problemas, si les invitas a que participen y se involucren: responden”, agregó.
A los jóvenes Obama también les pide paciencia. “El progreso puede ser dolorosamente lento. Pero la trayectoria de la humanidad nunca ha estado en un lugar mejor. Para ello es necesaria paciencia, persistencia y esperanza”.
El expresidente también es consciente de que el planeta vive una transformación. La revolución digital hará que los sistemas de inteligencia artificial desbanquen a las personas de muchas de las tareas que desarrollan.
Como esta es una realidad contra la que no se puede combatir, y que puede afectar a los nuevos líderes, Obama quiere que los legisladores adapten los modelos educativos hacia el futuro.
“El poder de la tecnología no debe generar divisiones ni desigualdad. Hay que alentar a los jóvenes a pensar de manera distinta. A reaccionar, a responder, a tomar el control de las fuerzas que están alterando la situación”, comentó.
Mantener la democracia
Obama, con este discurso, tan optimista como crítico, pretende que las nuevas generaciones de líderes, esos 300 profesionales que seleccionó la Advanced Leadership Foundation, sean capaces de cambiar.
Que sean conscientes de que el planeta hay que cuidarlo. De que la ciencia es el mejor camino para conseguirlo. Y que las nuevas generaciones serán el motor de esta nueva era. Una nueva era que debe seguir siendo soportada por la democracia.
El expresidente reconoció que está frustrado. No está de acuerdo con muchas políticas de Trump. También recordó que cuando se sentaba en el Despacho Oval, la oposición no colaboró todo lo que le gustaría. Y eso en más de una ocasión le generó conflictos.
“Las desventajas de una democracia son mucho menores que las ventajas que ofrece”
No obstante, Obama admitió que este es el costo del mejor sistema de todos. “Hemos logrado descubrir que las desventajas de una democracia son mucho menores que las ventajas que ofrece. El precio de esto es lidiar con personas que a veces tienen un punto de vista distinto al propio”.
Es algo inerte del ser humano. De acuerdo con el expresidente, “las personas ni siquiera se ponen de acuerdo con la realidad”. Sólo hay que ver las redes sociales y la multiplicidad de medios que existen en internet. “Si vemos Fox News en Estados Unidos vemos una realidad completamente distinta a la que describe The New York Times”.
Pese a las discrepancias, Obama ve necesario unir a las personas. Cuando los políticos no lo hacen “es cuando la confianza empieza a erosionarse”. En este sentido, agregó: “Si tú, a nivel individual decides no contaminar un río, pero ves que el resto de tus vecinos tiran la basura al río, llegará un momento que harás lo mismo”.
Eso es lo que Obama quiere evitar. Porque en este mundo, cada vez más diverso, más globalizado, hace falta responsabilidad. Que los líderes sean capaces de dar ejemplo.