Daniel Gómez (ALN).- El expresidente de Estados Unidos tiene claro que las nuevas tecnologías destruirán trabajos. Puso el ejemplo de los coches autónomos, los cuales acabarán con muchos taxistas y conductores. Pero todo tiene solución: “Necesitamos normativas que se adapten a esta realidad”. Y en este este sentido agregó: hacen falta “nuevos modelos educativos”.
“Da igual el trabajo que hagas, pero posiblemente una máquina pueda hacerlo mejor”. Este mensaje es del expresidente de Estados Unidos Barack Obama. Y aunque suene pesimista no lo es. Es un llamado a la supervivencia. “Necesitamos normativas que se adapten a esta realidad”, apuntó.
Obama fue la gran estrella de la Cumbre de Innovación Tecnológica y Economía Circular que organiza la Advanced Leadership Fundation este viernes en Madrid. En un acto multitudinario, que duró poco menos de una hora, el político habló de la revolución de las máquinas y cómo el mundo necesita adaptarse a ella.
“No queremos que unos pocos muy bien formados o con suerte dirijan la riqueza y la influencia”
Su primer mensaje tuvo que ver con la no regulación. Según Obama, “el poder de la tecnología no debe generar divisiones ni desigualdad”. Por ese motivo, señaló que “hay que alentar a los jóvenes a pensar de manera distinta. A reaccionar, a responder, a tomar el control de las fuerzas que están alterando la situación”.
Por un lado, Obama se muestra optimista porque hay jóvenes muy bien formados. Pero teme que todos estos cambios los dejen fuera de la realidad. “Tenemos que asegurarles un lugar. No queremos que unos pocos muy bien formados o con suerte dirijan la riqueza y la influencia”.
En este punto insistió en la necesidad de “nuevos modelos educativos”. Lo dice porque vienen coches que conducen solos y porque la inteligencia artificial ya está aquí. Y eso le inquieta.
“La economía estadounidense se construye sobre mucha gente que conduce coches”, dijo sobre lo primero. “La inteligencia artificial puede eliminar muchas profesiones en España y Estados Unidos”, agregó sobre lo segundo.
No obstante, echando la vista atrás encuentra motivos para ser optimista. Si la gente sobrevivió a la revolución industrial, si supo abandonar el campo para mezclarse con las máquinas de producción, también podrá con los robots y la inteligencia artificial.