(EFE).- El expresidente Barack Obama (2009-2017) advirtió este jueves que la democracia de EE.UU. enfrenta más riesgos ahora que hace un año, cuando se produjo el asalto al Capitolio, y acusó de «socavarla» a parte de la oposición republicana.
«Hace un año, un ataque violento a nuestro Capitolio dejó claro lo frágil que es en realidad el experimento de la democracia estadounidense», escribió Obama en un comunicado publicado en su cuenta de Twitter.
«Y aunque se han reparado las ventanas rotas y se ha llevado ante la Justicia a muchos de los asaltantes, la verdad es que nuestra democracia enfrenta un riesgo mayor hoy que entonces», añadió.
El mandatario lamentó que «una parte notable de votantes y políticos electos» sigan creyendo en las denuncias sin pruebas de fraude electoral que difundió el expresidente Donald Trump (2017-2021) y que desembocaron en la «violencia» del asalto al Capitolio, del que este jueves se cumple el primer aniversario.
Obama opinó que Estados Unidos no puede cumplir su papel tradicional de defensor de la democracia a nivel mundial cuando «hay figuras destacadas en uno de nuestros dos partidos políticos más importantes que están socavando de forma activa la democracia en nuestro país».
«No podemos dar ejemplo cuando nuestros propios líderes están dispuestos a inventar mentiras y arrojar dudas sobre los resultados de elecciones libres y justas», añadió.
Aseguró que todos los estadounidenses tienen la «responsabilidad» de «nutrir y proteger» el sistema de Gobierno del país si quieren que sus hijos crezcan en «una democracia verdadera», en la que «cada voto cuente».
El expresidente denunció que en el último año, en muchos estados, los republicanos -el partido de Trump- «no solo han hecho que sea más difícil votar, sino que algunos han intentado imponer su poder sobre procesos electorales clave, incluida la capacidad de certificar resultados de elecciones».
Los demócratas y algunos expertos en elecciones temen que esos cambios, manifestados en al menos 33 nuevas leyes en 19 estados en el último año, puedan permitir a los republicanos dar la vuelta a resultados que no les favorezcan en los próximos comicios, los legislativos de noviembre de este año y los presidenciales de 2024.