Redacción (ALN).- La vida de Aminta Pérez, madre del asesinado inspector del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC), en Estados Unidos ha estado en declive, al punto de llegar casi a la indigencia.
Cuando el expresidente de Estados Unidos, Donal Trump, hace dos años alabó durante un evento en Miami la valentía de su hijo, Aminta Pérez aprovechó para pedir ayuda humanitaria, en vista de que se encontraba sola y sin recursos.
Actualmente enfrenta a duras penas las secuelas de un infarto y la aparición del cáncer sin conseguir estabilidad. Duerme en un refugio en Homestead tras un largo peregrinar a lo largo de Estados Unidos.
“Nunca he tenido dónde estar”, dijo Pérez en una entrevista. “Me la paso de casa en casa, de gente de las redes sociales”, agregó.
Después del evento con Trump, Aminta esperaba recibir ayuda del equipo de Juan Guaidó, que fue reconocido por la potencia americana como gobierno interino de Venezuela y quien pasó a administrar parte de la ayuda humanitaria de Estados Unidos hacia la población venezolana.
La madre del fallecido policía dijo que ella en un momento dado le había pedido ayuda directamente a Guaidó pero que el líder opositor le informó que no podía hacer mucho por ella, reseña El Nuevo Herald.