(EFE).- Ana Catarina Varandas, nuera del exembajador de España en Venezuela Raúl Morodo, negó este miércoles que quisiera contribuir a ocultar a la Hacienda española ganancias de su marido, Alejo Morodo, de sus negocios con la petrolera estatal venezolana PDVSA.
La Audiencia Nacional de España reanudó el juicio por esta causa, en cuya primera sesión el lunes Raúl Morodo aceptó una condena de diez meses de prisión por un delito contra la Hacienda pública por la ocultación de ganancias de casi 4,5 millones de euros que obtuvo su hijo Alejo de sus negocios con Petróleos de Venezuela S.A. (PDVSA) entre 2013 y 2014.
Por su parte, Alejo Morodo aceptó una pena de dos años de cárcel por dos delitos fiscales, los mismos que su padre, en virtud de un acuerdo de conformidad con la Fiscalía Anticorrupción, la Abogacía del Estado y la acusación ejercida por el colectivo Manos Limpias, un autodenominado sindicato con un largo historial de denuncias por corrupción en España, muchas de ellas rechazadas.
Juzgarán al exembajador de España en Venezuela Raúl Morodo por presunto fraude fiscal
Las penas asumidas por Raúl Morodo y su hijo no suponen ingreso en prisión, pero Varandas, para quien la Abogacía del Estado retiró la acusación, se enfrenta a una petición de la Fiscalía de ocho años y medio de cárcel y sigue también acusada por Manos Limpias por dos delitos fiscales relacionados con dichos beneficios por los negocios de su marido con PDVSA.
Relaciones con altos cargos de Venezuela
En su escrito de acusación, la fiscal relata que Raúl Morodo entabló relaciones con altos cargos de Venezuela entre 2004 y 2007, años en los que ejerció como embajador de España, en la época en la que el presidente del Gobierno español era José Luis Rodríguez Zapatero.
Añade que aprovechándose de esta circunstancia, su hijo Alejo inició en 2007 una supuesta relación contractual con PDVSA para la prestación de servicios de asesoría legal y consultoría internacional presuntamente falsos, que se extendió hasta 2014 y que le generaron cuantiosas rentas.
La fiscal explica que Alejo Morodo «interpuso tres empresas instrumentales para que facturaran formalmente esos supuestos servicios, eludiendo así tributar sus rentas por el IRPF -Impuesto de la Renta de las Personas Físicas- para hacerlo con el menor tipo impositivo que le ofrecía el impuesto de sociedades».
A juicio de la Fiscalía, Alejo Morodo y su esposa defraudaron 617.442 euros a Hacienda del ejercicio de 2013.
Considera además que Varandas defraudó 435.970 euros en 2017 al disfrutar durante ese ejercicio de rentas que no declaró a Hacienda.
La acusada aseguró que las declaraciones de la renta y los trámites de compraventa de dos inmuebles investigados, uno en Madrid y otro en Lisboa, los realizaba su marido.