Daniel Gómez (ALN).- “Fernando Camacho es el mejor candidato para que la gente empiece a llamar de nuevo a Evo Morales”, dice al diario ALnavío el académico Fernando Mires. “No sólo representa una política extremista sino que parece la continuación boliviana de Jair Bolsonaro”.
La prioridad en Bolivia es convocar elecciones. Lo sabe la presidenta interina, Jeanine Áñez. Lo sabe el líder opositor Carlos Mesa. Lo sabe la comunidad internacional. Y también lo sabe un aliado de Evo Morales como Rusia, que acaba de reconocer a Áñez como líder del país, con la condición de que convoque cuanto antes elecciones.
“Toca llenar el vacío presidencial”, dice al diario ALnavío Fernando Mires, profesor emérito de Relaciones Internacionales de la Universidad de Oldenburg, Alemania. “A la presidente la toca moverse rápido. Tiene que tratar rápidamente con Carlos Mesa y demás partidos de la oposición y llamar lo más rápido posible a elecciones”.
En ello está Jeanine Áñez, cuya primera tarea es renovar el Tribunal Supremo Electoral con árbitros independientes que garanticen una elección justa. Hecho esto, llegará el turno de unos comicios en los que participen todos. También el partido de Evo Morales: el Movimiento Al Socialismo (MAS).
“Es el partido mayoritario de la nación. Habrá que ver si lo sigue siendo sin todo el respaldo de los medios estatales ni toda la propaganda que se hacen los partidos autocráticos cuando llegan unos comicios”, apunta Mires.
Tras la avalancha de protestas que forzó la renuncia y marcha de Evo Morales, emergió la figura de Fernando Camacho. Este abogado, sin experiencia en política, es el presidente del Comité Cívico Pro Santa Cruz, un movimiento ciudadano que tiene como objetivo “devolver la libertad” a Bolivia.
“Los pueblos tienen derecho a equivocarse y a elegir mal a los gobernantes. Pero ahora lo que toca es llenar el hueco del vacío presidencial y hacerlo lo más rápido posible. Pero digo una cosa: Camacho representa la revolución. Carlos Mesa representa la oposición. Y entre revolución y oposición hay muchas diferencias”
Desde que Evo Morales desoyó el referéndum constitucional de 2016, Fernando Camacho empezó a ganar fuerza. Recabó apoyo en las calles con la fórmula de cabildos abiertos que más tarde popularizó Juan Guaidó en Venezuela. De esa manera articuló un movimiento que presionó de verdad a Morales.
Fernando Camacho es un líder de masas que preocupa al profesor Mires. “Es un peligro muy grande. No sólo representa una política extremista sino que parece la continuación boliviana de Jair Bolsonaro, como un misógino ultracatólico que da los discursos con un rosario en la mano”.
“Fernando Camacho es el mejor candidato para que la gente empiece a llamar de nuevo a Evo Morales”, agrega el académico.
Pese a todo, Fernando Mires considera que en las elecciones que tiene que convocar Jeanine Áñez, Fernando Camacho debe ser uno de los candidatos a la Presidencia. “Los pueblos tienen derecho a equivocarse y a elegir mal a los gobernantes. Pero ahora lo que toca es llenar el hueco del vacío presidencial y hacerlo lo más rápido posible. Pero digo una cosa: Camacho representa la revolución. Carlos Mesa representa la oposición. Y entre revolución y oposición hay muchas diferencias”.
Sobre Evo Morales, Fernando Mires señala que no debe regresar al país. “Como mandatario hizo buenos gobiernos, pero le robó la ciudadanía al pueblo boliviano cuando robó las elecciones. Se fue. No tenía otra alternativa que marcharse”.