Juan Carlos Zapata (ALN).- A Juan Guaidó le ha costado sacarle a Donald Trump la orden ejecutiva que proteja a Citgo. Esta es la empresa más importante de Venezuela en el exterior. Es una filial de Petróleos de Venezuela que opera en el mercado de la gasolina en los Estados Unidos. Está ubicada en Houston. El embajador de Guaidó en Washington reconoce al diario ALnavío que no es un proceso fácil. Que lleva su tiempo.
Guaidó necesita proteger a Citgo. Petróleos de Venezuela, PDVSA, fue endeudada por el chavismo. Y Citgo fue hipotecada por el régimen de Nicolás Maduro. Guaidó tuvo que pagar el pasado mes los intereses, 71,6 millones de dólares, del bono PDVSA 2020, cuya garantía es Citgo, para evitar que los fondos que poseen los bonos, tomaran control de la firma. Este riesgo ni siquiera conmovió a los críticos de Guaidó, que atacaron señalando que era un contrasentido pagar en un escenario de crisis como el que sufre el país, un escenario de crisis humanitaria. Los críticos indican que la opción hubiera sido la orden ejecutiva, sin tomar en cuenta que ella no depende de Guaidó sino de una decisión soberana de los Estados Unidos.
Lo peor es que en octubre Citgo está obligada a pagar principal más intereses y no hay dinero en caja. El dinero que requiere pasa de los 800 millones de dólares. Y allí están los fondos de inversión a la espera de qué hará Guaidó. De allí la solicitud de la orden ejecutiva para la protección de activos. Guaidó le dijo a este diario que “esa es la alternativa”. La otra es pagar. ¿Con qué?
Desde que el 23 de enero se juramentó como Presidente Encargado de Venezuela, Guaidó ha hecho de la protección de activos, una de sus banderas. Ha dicho que el régimen de Maduro despilfarró los recursos de los venezolanos. Y “no vamos a permitir que se los sigan robando”. Guaidó ha logrado paralizar transferencias de recursos hacia Maduro. Ha logrado que algunas empresas dejen de comprar el oro que Maduro saca de las bóvedas del Banco Central. Ha logrado tomar el control de empresas como Citgo en Estados Unidos y Monómeros de Venezuela, en Colombia. Ha contratado bufetes para estudiar los casos. Ha avanzado con otros bufetes en el objetivo de detectar más activos de Venezuela. Pero la tarea de la protección no es fácil. Y en este sentido, resulta clave salvar a Citgo. Esta es la joya de la corona.
-Es un tema que hemos venido trabajando desde que llegamos a los Estados Unidos, señala el embajador de Guaidó en Washington, Carlos Vecchio, quien es el encargado de llevar adelante el proceso. Fue él quien solicitó en marzo de manera formal la medida. Vecchio ha sido reconocido como embajador de Venezuela y Guaidó con todas las potestades del caso.
Admite el diplomático que la orden ejecutiva no es un “tema sencillo”, pues “involucra muchas agencias dentro de la administración y es algo que hemos venido trabajando en equipo”.
De todas maneras, Vecchio observa que hay ánimo en la administración de Donald Trump de apoyar la solicitud de Guaidó aunque, insiste, es complejo, y todavía se encuentra en “proceso de discusión”.
El economista venezolano Francisco Rodríguez, radicado en Nueva York, y analista de Torino Economics, piensa que la demora de la orden ejecutiva es un problema de intereses. Los intereses de los propios Estados Unidos, y de los actores de negocios que se mueven en el escenario. Esto, según han manifestado otros expertos, tiene que ver en cómo se produce la orden si los lobbies también funcionan para que esta no llegue, pues habrá quienes quieran ponerle la mano a Citgo. “Estados Unidos, sin embargo, quiere ayudar”, puntualiza Rodríguez, pese a sus propios intereses.
Trump dice que todas las opciones están sobre la mesa. Trump va al Twitter y escribe sobre Venezuela. Trump anuncia que los rusos retiraron personal militar de Venezuela. Trump polemiza e insiste en este punto sobre los rusos y se juega su credibilidad. Trump dice que apoya a Guaidó. Pero Trump no saca la orden. Un asunto menos sencillo que escribir un tuit presidencial.