Daniel Gómez (ALN).- La polémica tesis del presidente de España, Pedro Sánchez, versa sobre diplomacia económica. Es justo lo que le piden los empresarios después de anunciar una pronta visita a La Habana. Los viajes de Estado al país caribeño son vitales para el buen rumbo de los negocios, y ya van tres décadas de ausencia por parte del Estado español. Y eso ha supuesto problemas, dicen los expertos a ALnavío.
32 años de ausencia. Desde 1986, cuando Felipe González se reunió con Fidel Castro en La Habana, ningún presidente español ha realizado un viaje oficial al país caribeño. Esto va a cambiar. El jefe del Gobierno de España, Pedro Sánchez, dijo este martes al mandatario cubano, Miguel Díaz-Canel, que visitará Cuba “lo antes posible”.
“Supone un gesto de diplomacia económica muy importante en un país donde la economía es planificada y socialista. Allí todo tiene un lenguaje y un trasfondo de carácter político”, comenta a ALnavío José María Viñals, director de la oficina en Madrid del bufete de abogados Lupicinio International Law Firm.
Lupicinio es un bufete de abogados que lleva más de dos décadas asesorando a empresas españolas para implantarse en Cuba. Saben de lo que hablan y conocen los códigos del país. De hecho, como reconoce a este diario Viñals, han recibido quejas por parte de los empresarios, quienes echan en falta más gestos por parte del Estado español.
– ¿Les han pedido los empresarios más diplomacia económica por parte de España?
– Sí. Esto se debe a las particularidades que tiene Cuba, al igual que otros países como China y Vietnam. Aquí la diplomacia económica es muy relevante, contesta Viñals.
“Las visitas de Estado a Cuba funcionan y son vitales. Es un país más sensible a este tipo de gestos”
Es curioso que lo que los empresarios le piden a Sánchez sea diplomacia económica. Esa que da título a su cuestionada tesis doctoral, Innovaciones de la diplomacia económica española, sobre la cual pesan acusaciones de plagio (Leer más: Sánchez es otro presidente iberoamericano en conflicto).
“El presidente conoce bien el tema de la diplomacia económica. De hecho, hizo la tesis al respecto. Y en Cuba, debido a las sensibilidades de este país, la diplomacia económica se juega de forma mucho más activa que en cualquier otro sitio”, detalla.
Hace un año, el ministro de Asuntos Exteriores del gobierno de Mariano Rajoy, Alfonso Dastis, afirmó en La Habana que se estaba preparando una visita “de alto nivel” de autoridades españolas -del presidente del Gobierno o del Rey-, por invitación de las autoridades cubanas, pero finalmente ésta no se materializó.
Es cierto que, en 1999, en la IX Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno, el expresidente José María Aznar y el rey emérito Juan Carlos I estuvieron en La Habana, pero aquello no fue considerado una visita oficial.
Fortalecimiento económico en Cuba
España fue el segundo socio comercial de Cuba por detrás de China en 2017, según datos del Instituto Español de Comercio Exterior (ICEX). Las relaciones entre Madrid y La Habana son de gran tradición. Y la prueba está en que España es el país con más empresas mixtas y más sucursales implantadas en Cuba.
El problema es que el empresariado español comienza a perder influencia. Así se lo han hecho saber a Lupicinio. También hay evidencias de que esto es así. El bufete advierte que hay dos “importantes proyectos” en los han sido superados por empresas francesas.
Uno es la ampliación del aeropuerto de La Habana, entregado a Bouygues Inmobilier y a Aéroports de Paris en una concesión de 50 años. Y el otro es una planta de gas que recibió la petrolera francesa Total, en vez de otras firmas españolas presentes en la licitación.
La entrega de estos proyectos coincidió con la visita que el expresidente francés François Hollande hizo en julio de 2017 a Cuba. Un acto de diplomacia económica. Como el que también hizo el expresidente estadounidense Barack Obama cuando visitó La Habana en marzo de 2016.
“Obama apareció con una nutrida delegación de empresarios, y no olvidemos que ahora hay empresas norteamericanas instaladas en Cuba. Algunas compitiendo directamente con empresas españolas, como es la cadena hotelera Sheraton y el propio Airbnb”, añade Viñals.
Pero la competencia en el turismo, el gran nicho de los empresarios españoles en Cuba, no se limita sólo a EEUU. El abogado advierte sobre la llegada de capital chino, suizo y francés a los nuevos proyectos hoteleros.
“Las visitas de Estado a Cuba funcionan y son vitales. Es un país más sensible a este tipo de gestos. También son necesarias para promocionar la Marca España. Ayudan a crear buenas sinergias entre los intereses de las empresas españolas y el resto de los países”, matiza Viñals.
La batalla política de Sánchez
Con la visita de Sánchez a Cuba también se libra una batalla política. Como apuntó hace dos días Josep Borrell, ministro de Asuntos Exteriores, España ha perdido influencia frente a países como Francia e Italia, cuyos presidentes han ido a La Habana desde que murió Fidel Castro.
“Cuando todo el mundo va a Cuba qué sentido tiene que nosotros, que tenemos relaciones históricas, culturales y humanas tan fuertes con esta isla, no hayamos pasado por ahí y no tengamos nada que decir ni que aportar”, sostuvo el ministro a su llegada a la Asamblea de Naciones Unidas en Nueva York.
Respecto a estas declaraciones, Anna Ayuso, investigadora senior para América Latina del Centro de Información y Documentación Internacionales de Barcelona (Cidob), reconoce a ALnavío que “es la iniciativa privada, más que el Gobierno, la que mantiene estrecha la relación entre la isla y España”.
También advierte que en las declaraciones hay un ataque político. “Una crítica al anterior gobierno, que no fue lo suficiente proactivo. Incluso en la UE, países como Alemania, que fueron más reticentes que España, se acercaron a La Habana”.
Fue sobre todo el gobierno de José María Aznar el que tensó las relaciones entre España y Cuba. Es cierto que el Ejecutivo de Mariano Rajoy mantuvo la política de mano dura, pero se mostró más tolerante con el paso del tiempo. Sobre todo, cuando se acercaba el retiro de Raúl Castro y desde Bruselas se abrieron al diálogo con La Habana.
Javi López, eurodiputado del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), fue uno de los miembros del Parlamento Europeo que más insistió en acercarse a Cuba. De hecho, este acuerdo de diálogo político firmado con el país caribeño está recogido en el informe que López presentó en Bruselas para centrar el foco de las relaciones bilaterales de la UE en Latinoamérica.
Por eso hoy está de celebración. “Es muy positivo que el presidente español visite la isla y además se enmarca en la nueva política de la Unión Europea respecto a Cuba”, comenta a ALnavío.
Agrega que “el gobierno de Sánchez está mirando mucho más fuera que el gobierno anterior. Eso quiere decir que España está más presente en las discusiones europeas y en Latinoamérica, donde hizo un viaje muy relevante”. Se refiere a la gira que Sánchez realizó el pasado agosto por Chile, Bolivia, Costa Rica y Colombia.
De ese viaje sale un precedente significativo para el futuro viaje a Cuba. El memorando de entendimiento que Sánchez firmó con el presidente de Bolivia, Evo Morales, para el Tren Bioceánico. Un megaproyecto de 10.000 millones de dólares del que España se ausentó hasta esa visita, y en el que ya habían entrado en pugna Alemania, Reino Unido y Suiza.
Pero no todo tiene que ver con la economía. “La visita a Cuba también es una oportunidad de influencia política”, matiza López. Justo esa influencia que Sánchez quiere recuperar en Latinoamérica, tal como adelantó aALnavío un alto funcionario de su Ejecutivo (Leer más: Pedro Sánchez y España pondrán el foco en las relaciones con América Latina).