Antonio José Chinchetru (ALN).- Pedro Sánchez necesita el apoyo de los partidos independentistas para que salga adelante la moción de censura contra Mariano Rajoy. El cara a cara que mantuvo con el jefe del Ejecutivo en la primera parte del debate estuvo cargado de gestos de acercamiento a los separatistas catalanes, a los que no responsabilizó en ningún momento de la situación de Cataluña, y al Partido Nacionalista Vasco.
Tal como se encargó de recordar Mariano Rajoy en el debate que se celebra en el Congreso de los Diputados, desde el PSOE se dijo que no se podía aceptar a los independentistas como socios “ni para una moción de censura”. Así se expresó el secretario de organización del Partido Socialista, José Luis Ábalos, en una intervención pública en enero de este año. Sin embargo, ahora Pedro Sánchez necesita el voto de los parlamentarios separatistas para sustituir a Rajoy como presidente del Gobierno. Sánchez lanzó varios guiños a Esquerra Republicana de Cataluña (ERC) y el Partido Demócrata Europeo Catalán (PDeCAT), así como al Partido Nacionalista Vasco (PNV) en sus intervenciones de este jueves.
Sánchez se comprometió a mantener los Presupuestos Generales del Estado (PGE), aprobados en el Congreso de los Diputados y pendientes de tramitación en el Senado, si sale adelante la moción de censura. Era un gesto destinado a garantizarse el voto positivo del PNV, que consiguió negociar los PGE con el PP y está muy interesado en su mantenimiento. La estrategia le ha funcionado a Sánchez, puesto que los nacionalistas vascos ya han anunciado su apoyo a la moción de censura.
En una de las ocasiones en las que presentó ese compromiso, Sánchez dijo: “El gobierno que pueda salir de esta moción de censura va a ser un gobierno europeísta, un gobierno que va a cumplir con los compromisos europeos, que va a cumplir con los objetivos de déficit público, con el programa de estabilidad, y por supuesto va a cumplir los Presupuestos Generales del Estado”. El gesto hacia el PNV fue explícito, pero en esta breve presentación de las características del Ejecutivo que quiere formar hay uno implícito hacia los separatistas catalanes. No contiene un compromiso de defender la unidad de España frente al desafío independentista.
En el discurso, Sánchez hizo suyos varios argumentos tradicionales del separatismo catalán para justificar su desafío al Estado
A lo largo del discurso, Sánchez hizo suyos varios argumentos tradicionales del separatismo catalán para justificar el desafío al Estado. Así, por ejemplo, se dirigió a Rajoy para decirle: “Cataluña hoy, señor presidente del Gobierno, lo que ocurre es que tiene un estatuto que fue recurrido en el Tribunal Constitucional y que no fue votado por la ciudadanía catalana. Y, en consecuencia, hay un problema político que tenemos que resolver”. Ese mismo argumento ha sido utilizado en los últimos años por el nacionalismo catalán para justificar su radicalización.
“Y ese problema político, señor Rajoy, no se resuelve única y exclusivamente como ha hecho usted durante estos años, escondiéndose detrás de los tribunales, detrás de las togas”, añadió. La intervención de los jueces es algo que, precisamente, critican los separatistas.
Sánchez afirmó: “Defiendo que España sea una nación. Y defiendo, como defienden muchos otros países, que dentro de la nación española hay territorios que se sienten también nación”. De esta manera también aceptó parcialmente el argumento de los nacionalistas. Otorgó a los “territorios” la capacidad de tener sentimientos nacionales. Los separatistas catalanes consideran a Cataluña como un todo monolítico, negando que quienes se oponen dentro de esa comunidad a sus ideas merezcan ser considerados como parte de ella.
Sánchez también llegó a adoptar el lenguaje del independentismo catalán cuando le dijo a Rajoy: “En el discurso españolista, nacionalista, es más creíble el señor (Albert) Rivera que usted mismo”. Es típico de los separatistas presentar a los defensores de la unidad de España como nacionalistas y tradicionalmente también se han referido a ellos como “españolistas”.
Sánchez en ningún momento señaló a los partidos independentistas como responsables de la situación en Cataluña, pero sí culpó a Rajoy en varias ocasiones. “En este país quien ha puesto por primera vez en riesgo, desde la Presidencia del Gobierno, la integridad territorial es su displicencia y su incapacidad para abordar los desafíos que tiene el país por delante”, dijo. También le espetó al jefe del Ejecutivo: “Ahora como presidente del Gobierno está pagando en sus propias carnes, y con usted el conjunto de la ciudadanía española, esa estrategia suicida para el país de confrontar territorialmente para llegar a La Moncloa”, en referencia a cuando el PP se opuso a la reforma del Estatuto de Cataluña por ser contraria a la Constitución.
Mano tendida a PDeCAT y ERC
Si para Rajoy todo eran reproches por la situación en Cataluña, hacia los separatistas no hubo una sola recriminación de Sánchez. Al contrario, si criticó que Rajoy se escondiera “detrás de los tribunales”, para los independentistas hubo varios gestos de acercamiento y ofertas de diálogo. Pedro Sánchez afirmó que “tenemos la oportunidad entre todos de resolver y desanudar ese nudo gordiano que ha hecho el presidente del Gobierno y el Partido Popular de la confrontación territorial la única razón para continuar siendo el presidente del Gobierno”. Una vez más, exculpó de la situación a los secesionistas.
Insistió: “Vamos a tender la mano y vamos a dialogar con todas las formaciones parlamentarias aquí presentes. Vamos a dialogar con todos y cada uno de los gobiernos autonómicos”.
Entre los Ejecutivos autonómicos a los que se refería Sánchez se cuenta el catalán, presidido por el independentista Joaquim Torra, conocido por sus textos supremacistas en los que llegó a calificar de “bestias con rostro humano” a los hispanohablantes.
Pedro Sánchez: “Me reuniré e intentaré tender puentes con la Presidencia de la Generalitat de Cataluña y con el nuevo Govern”
Lo más parecido a una crítica a un independentista fue cuando Sánchez dijo que rechazaba “las declaraciones y el pensamiento que se ha podido plasmar por parte del actual presidente de la Generalitat de Cataluña”. Curiosamente, no citó el nombre de Torra. Además, añadió que a pesar de eso “me reuniré e intentaré tender puentes con la Presidencia de la Generalitat de Cataluña y con el nuevo Govern para salir de la situación que, entre otros, usted ha creado”. Una vez más, al único que acusaba era a Rajoy.
Ante los reproches por parte del PP de que va a contar con el apoyo de los independentistas en la moción de censura, Pedro Sánchez dijo: “Los votos de las formaciones nacionalistas, o de formaciones que ahora mismo están defendiendo al independentismo y que están ahora mismo representando a esta Cámara, son tan legítimos como los suyos o como los míos. Son ciudadanos quienes les votan. Son representantes de la soberanía nacional”. No entraba aquí a responder al recordatorio de que el PSOE dijo hace poco más de cuatro meses que no les quería como socios en una moción de censura.