Daniel Gómez (ALN).- Sportium, presente en Panamá, Colombia, Argentina y Perú, crece por América Latina con la misma fórmula con la que se posicionó como la casa de apuestas más importante de España. “Comercializamos en locales de apuestas ya operativos. Eso nos permite penetrar rápido en el mercado”, explica a ALnavío Javier Abarca, director de franquicia de la marca.
Apostar es avaricia, diversión y vanidad. Exponerse a un riesgo con la esperanza de lograr una recompensa mayor. Una práctica que comenzaron los griegos, heredaron los romanos y llegó hasta la actualidad convertida en un negocio millonario. El Grupo Cirsa lo sabe muy bien.
Cirsa, fundada en España hace cuatro décadas, hoy propiedad del fondo estadounidense Blackstone, es la firma de juego más grande de Iberoamérica y una de las más importantes del mundo, con ingresos de 1.700 millones de euros.
Una de las marcas que controla el grupo es Sportium. Con más de 2.000 locales repartidos por casinos, bingos, salones y bares de toda España, es la casa de apuestas deportivas número uno del país.
“Una vez hemos desarrollado buena parte del negocio en el territorio nacional, lo lógico es poner el objetivo en Suramérica”, dijo al diario ALnavío Javier Abarca, director de franquicia de Sportium.
La expansión por Latinoamérica comenzó en 2016. Entonces Sportium abrió los primeros locales en Panamá. Un año más tarde, aplicando la misma fórmula con la que la empresa triunfó en España, crecieron hacia Colombia, Argentina y Perú.
“En Latinoamérica comercializamos en lugares de apuestas ya operativos, como casinos o salones. Eso nos permite penetrar más rápido en el mercado y tener un control del local porque la mayoría de ellos están gestionados por el Grupo Cirsa”, explicó Abarca.
De acuerdo con el directivo, son tres los motivos por los que funciona este modelo: porque la firma opera en una red de juego ya existente, porque también existe un tráfico de jugadores consolidado y porque Sportium cuenta con el apoyo de una firma fuerte.
“De inicio entramos con un acuerdo comercial que tenemos con el establecimiento dentro de un local de juego existente. Nosotros ponemos una parte de la inversión, ellos ponen el espacio disponible y nosotros apoyamos con la marca, los equipos, el conocimiento y la explotación”, agregó.
Regulación y digitalización
En el negocio de las apuestas, la regulación influye mucho. “Esto es una ventaja. No hay irregularidades y existe transparencia absoluta”, sostuvo Abarca. El problema reside en que cada región tiene sus propias normas y leyes.
“Lo digital nos ha afectado positivamente. Sportium es una marca multicanal”
En España, por ejemplo, la legislación es autonómica. “Tenemos 17 comunidades que equivalen a 17 pequeños países”, precisó. En América Latina es diferente y la regulación es nacional. A priori, así es más fácil operar. No obstante, el directivo piensa que en el futuro, a medida que avance el negocio de las apuestas en Latinoamérica, las normas también serán regionales.
Al igual que otros negocios, el de las apuestas se ha visto afectado por la digitalización. El ejemplo más claro es que hoy es posible apostar en directo a casi cualquier acción de casi cualquier deporte a través de una aplicación móvil.
“Lo digital nos ha afectado positivamente. Sportium es una marca multicanal. Ofrecemos la inmediatez de las apuestas por internet, y también nuestros negocios en físico. Muchos clientes quieren permanecer en privado, y de forma online no pueden conseguirlo”, apuntó.