Antonio José Chinchetru (ALN).- Con la excepción de Henri Falcón, los rivales de Nicolás Maduro en las elecciones presidenciales de mayo son poco conocidos y no cuentan con el respaldo de organizaciones potentes que puedan proyectar su imagen. Todos ellos, al igual que el principal aspirante opositor, proceden de las filas del chavismo, o al menos han mantenido buenas relaciones con él. Otra característica, de la que tan sólo se salva uno, es que han tenido problemas con la Justicia en el pasado.
El presidenciable favorito de los venezolanos, que podría obtener una cómoda victoria sobre Nicolás Maduro, no se presenta a los comicios de mayo (Ver más: Los venezolanos quieren de presidente a un candidato que no se presenta a las elecciones). Sí lo hace, por el contrario, un grupo de candidatos poco conocidos y que además no cuentan detrás con organizaciones lo suficientemente potentes como para impulsar sus postulaciones. El único aspirante con cierta fuerza electoral y alguna posibilidad de derrotar al actual mandatario es el líder de Avanzada Progresista, Henri Facón. El resto son recién llegados a la primera línea política. Comparten con Maduro y Falcón la característica de que están o han estado vinculados al chavismo. Además, todos menos uno –Reinaldo Quijada– han tenido problemas con la Justicia (Ver más: Los candidatos presidenciales en Venezuela tienen problemas con la justicia).
Henri Falcón
El líder de Avanzada Progresista, al que también apoyan Movimiento Al Socialismo y el demócrata-cristiano Copei, es el más conocido de los rivales de Nicolás Maduro y el único con opciones de hacerle sombra en las urnas. Ha insistido en diversas ocasiones en que ha roto con su pasado chavista. Suboficial del Ejército y abogado, comenzó a militar en las filas del chavismo en fechas muy tempranas. Fue uno de los fundadores del Movimiento Bolivariano Revolucionario 200 en el estado Lara en 1994, y posteriormente se integró en el Movimiento V República (MVR) de Hugo Chávez. Fue diputado en la Asamblea Nacional Constituyente de 1999 a 2002. De 2000 a diciembre de 2008 fue alcalde del municipio Iribarren en el estado Lara. En 2007 pasó a ser miembro del PSUV de Chávez.
El paso a la oposición de Herni Falcón estuvo relacionado con el escándalo del proyecto de transporte público Transbarca
El siguiente cargo público, desde 2008 a 2017, fue el de gobernador de Lara. En un primer mandato, que duró hasta 2013, se presentó por el PSUV. Sin embargo, rompió con esta formación en 2010 y en 2012 fundó Avanzada Progresista junto con el periodista y político chavista crítico Vladimir Villegas. En 2013 volvió a ser elegido gobernador, puesto al que se postuló ese año como candidato de su nuevo partido. También en ese año, y ya integrado en la Mesa de la Unidad Democrática, fue el jefe de campaña de Henrique Capriles en las elecciones presidenciales.
El abandono del PSUV y el paso a la oposición estuvieron relacionados con el escándalo del proyecto de transporte público Transbarca en la ciudad de Barquisimeto, que forma parte de Iribarren. La Fiscalía le investiga por este caso, y tiene abiertas otras cinco causas por corrupción.
Luis Alejandro Ratti
Luis Alejandro Ratti es un empresario del estado Aragua. Su relevancia pública no viene por la actividad en la economía, sino en la política. Fue un hombre muy próximo al oficialismo y es un chavista convencido. Presidió desde 2013, y por un par de años, el llamado Frente Nacional Bolivariano Hugo Chávez. Esta es una organización de movilización vinculada al PSUV de Nicolás Maduro.
Rompió con el partido del presidente, pero no con el chavismo. En 2015 se presentó a las elecciones parlamentarias bajo las siglas del marxista Partido Socialismo y Libertad (PSL), que concurría bajo la cobertura de la organización chavista crítica Marea Socialista. No logró ser elegido. No está exento de haber tenido problemas con la Justicia. Según ha podido corroborar ALnavío, a finales de 2007 fue puesto bajo arresto domiciliario como medida cautelar, acusado de estafa tras haber sido “aprehendido en condiciones de flagrancia”. En la Nochevieja de ese año se había declarado culpable ante un tribunal de Aragua, pero tan sólo pasó unas horas entre rejas.
Francisco Visconti
Francisco Visconti es un general retirado de la Fuerza Aérea. Fue uno de los líderes del fracasado golpe de Estado en noviembre de 1992, que dejó decenas de muertos y heridos y tuvo lugar meses después del dirigido por Hugo Chávez en febrero de ese año. Como otros participantes de aquella asonada, huyó a Perú, donde contó con la amistad y protección del principal responsable de la represión de la dictadura de Alberto Fujimori, Vladimiro Montesinos. Tras volver a Venezuela fue encarcelado, pero el entonces presidente, Rafael Caldera, lo liberó.
En 1998 se sumó al Movimiento V República para apoyar la candidatura de Hugo Chávez, un año después resultó elegido diputado para la Asamblea Nacional Constituyente. Aunque oficialmente se postula como independiente, cuenta con el respaldo del Frente Amplio Nacional Bolivariano. Esta organización defiende que su candidatura “plantea derribar los fundamentos que legitiman la obsoleta democracia de partidos políticos”, según informa el sitio web chavista Aporrea.org.
Reinaldo Quijada
Reinaldo Quijada es el candidato del partido Unidad Política Popular 89 (UPP 89), una escisión del chavismo enfrentada a Maduro y al PSUV, organización en la que militó el propio Quijada en el pasado. Este aspirante a la Presidencia dijo en la presentación de la candidatura: “Consideramos que el presidente Maduro ha traicionado el proceso revolucionario, el legado del presidente Chávez”, según informó El Carabobeño. También sostuvo que defenderá los ideales de Hugo Chávez, a lo que añadió en referencia al actual mandatario y el oficialismo: “El sacrificio de él se ha perdido en manos de esta gente. Lo que fue un sueño, una esperanza para frenar la exclusión social y la corrupción se ha perdido”.
Javier Bertucci
El último candidato en disputa es el pastor evangélico y empresario Javier Bertucci, quien concurre con el apoyo del llamado Movimiento Esperanza por el Cambio. Es el líder de la Iglesia Cristiana Maranatha y de la Asociación Civil El Evangelio Cambia, dedicada al proselitismo religioso y las labores caritativas. La organización religiosa ha realizado a lo largo de los últimos años diversos actos donde se reflejaba una buena relación con el régimen chavista.
Funcionarios de la Policía Nacional Bolivariana han impartido charlas a los miembros de la iglesia de Bertucci
La Maranatha se encargó en agosto de 2015 de la logística para llevar a cabo el registro de iglesias evangélicas ante las autoridades en el estado Delta Amacuro, según se informa en su propia página web. El Evangelio Cambia realizó, con apoyo institucional, actividades en la sede del Servicio Nacional Integrado de Administración Aduanera y Tributaria (Seniat) en Valencia (estado Carabobo), destinadas a los trabajadores del organismo público. Funcionarios de la Policía Nacional Bolivariana han impartido charlas a los miembros de esta organización religiosa.
Bertucci tiene un pasado polémico por problemas ante la Justicia. En 2013 fue condenado por delitos relacionados con el tráfico ilegal de combustible diésel hacia el extranjero. Sin embargo, meses después la Sala 1 de la Corte de Apelaciones de Carabobo, anuló el fallo y ordenó la repetición del juicio, lo cual no ha ocurrido.
En 2016 volvió a tener un encontronazo con la justicia, debido a que apareció relacionado con los Papeles de Panamá por el bufete Mossack Fonseca. La Fiscalía, al frente de la cual se encontraba Luisa Ortega Díaz, solicitó al Ministerio Público panameño información sobre el pastor. Las pesquisas del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación indican que Bertucci lidera un entramado empresarial que se extiende por Venezuela, Panamá, República Dominicana y Miami (EEUU).