Daniel Gómez (ALN).- La posible venta de la filial chilena de BBVA a Scotiabank no atiende a un asunto estratégico sino a una cuestión de números. “Parece que alguien puede extraer más valor que nosotros. En este caso las cifras importan, e importan mucho”, dice el CEO de la entidad española, Carlos Torres Vila. Y ocurre que en los 20 años que lleva el banco en Chile, no ha logrado ser rentable.
La posible venta de BBVA Chile a Scotiabank se limita a cuestión de números, no a un cambio de estrategia. “Parece que alguien puede extraer más valor que nosotros (de la filial chilena). En este caso las cifras importan, e importan mucho”, sostuvo Carlos Torres Vila, director ejecutivo (CEO) de la entidad española, este viernes en la presentación de resultados del tercer trimestre de 2017.
Vila destaca que la venta no responde a ningún cambio de planes que pueda afectar las operaciones en América Latina. “Nuestra forma de ver la cartera es muy clara. Tomamos en cuenta varias cosas. Si encaja en nuestra cartera, si podemos añadir valor, y si tiene sentido o no para el accionista. Nosotros seguimos muy comprometidos con Chile -donde tienen otro negocio minorista- y con Latinoamérica”.
Desde agosto, la institución española está conversando con el grupo canadiense para vender la filial chilena. “Las negociaciones siguen con el potencial comprador, que ha demostrado interés. Tenemos que ver si estas siguen, y si llegamos a un acuerdo que nos interese”.
La posible venta en Chile no tiene nada que ver tampoco con un replanteamiento de la estrategia de crecimiento. “En este caso no ha habido ningún cambio estratégico”.
BBVA, con casi dos décadas en Chile, es el séptimo banco del mercado. En ese tiempo no ha captado más apoyo que el capital español para ganar músculo. Pese a todo, el negocio en la filial chilena avanza de forma positiva. Sumó en los primeros nueve meses del año 100 millones de euros y continúa creciendo de forma pronunciada, por encima de 32% a tipos de cambio constantes.
Pese a la evolución positiva del mercado, la aportación de Chile a las ganancias a nivel global es mínima, sobre todo si se compara con mercados fuertes como México y España, cuyas ganancias superan los 1.000 millones de euros.
También son conocidos los problemas de la filial para lograr rentabilidad. Esto dijo el director financiero de BBVA, Jaime Sáenz de Tejada, el 27 de septiembre: “Chile es un país pequeño y desarrollado, en el que los cinco primeros bancos tienen el 75% de la cuota. Hay que formar parte de ese grupo para ser rentable y tratamos de llegar ahí durante 20 años, pero por diferentes razones las oportunidades de crecimiento inorgánico no se han logrado”.
El papel de la familia Said
Orquestando la operación de venta junto a la institución española está una de las familias más importantes de Chile. Los Said, del patriarca José Said Saiff, magnate inmobiliario y responsable de la distribución de Coca-Cola en el país, controlan 39% de la filial.
Para ellos, la prioridad es vender el activo a Scotiabank. El grupo canadiense ingresa al año más de 20.000 millones de euros, músculo suficiente para lograr rentabilizar el negocio en Chile de BBVA; además, cuenta con una cuota de mercado de más de 6%.
Si las negociaciones de Scotiabank con el equipo español no llegan a buen puerto, la familia chilena baraja otras opciones. Los bancos de ese país: Security, Banco de Inversión (BICE), el Banco de Crédito e Inversiones (BCI) y el recién fusionado Itaú-CorpBanca también están interesados en los activos de BBVA.
Gonzalo Said, director de BBVA Chile, que visitó España en septiembre para asistir al congreso organizado por el Consejo Empresarial Alianza por Iberoamérica (Ceapi), guardó silencio sobre el estado de las negociaciones. Cuando le preguntó al diario ALnavío se limitó a decir “nada que comentar”.