Daniel Gómez (ALN).- Luis Carranza, presidente de la Corporación Andina de Fomento, planea aliarse con aquellos Estados socios con alto grado de inversión para, de esa manera, “aumentar la cartera de crédito”. Un fondo futuro que podría ascender hasta los 10.000 millones de dólares, según las previsiones del banquero.
Luis Carranza, presidente de la Corporación Andina de Fomento (CAF-Banco de desarrollo de América Latina), dio por zanjada su agenda en España tras participar este miércoles en un desayuno informativo organizado por la agencia Europa Press. Allí lanzó “el gran desafío” de la CAF: “ser relevante en el lado de países con grado de inversión”.
Con esta estrategia, el presidente confía en “generar un círculo virtuoso” que les permita aumentar la palanca financiera sin descuidar el rating de la compañía, estable en estos momentos según la media proyectada por agencias de riesgo como Moody’s, Fitch y Standard & Poor’s, de AA-.
Detalla Carranza que “el objetivo es crecer de la mano con esos países con alto grado de inversión, aumentando así la cartera de créditos y el potencial en esos mercados con más grado de inversión que por suerte son muchos”.
Según los ratings emitidos por Moody’s, Fitch y Standard & Poor’s, de los 19 Estados socios de la CAF, los que presentan riesgos crediticios realmente preocupantes son Venezuela, Barbados y Jamaica. Los otros 16 presentan grados de inversión relativamente estables, destacando países con alta inversión como Perú, México y España.
De concretarse la estrategia, Carranza estima “una futura capacidad de financiamiento por valor de 10.000 millones de dólares (8.487 millones de euros)”, un monto del que luego podrán beneficiarse los socios para futuros proyectos.
La transformación digital de la CAF
Sin embargo, para que todo esto se convierta en realidad, existe un reto más inmediato: “Mejorar los procesos e invertir en sistemas digitales”. Por eso Luis Carranza aprovechó su semana en Madrid para reunirse con instituciones punteras en materia tecnológica. Fruto de esas conversaciones son los acuerdos de cooperación suscritos con multinacionales como Telefónica hace una semana y BBVA este miércoles.
El reto más a corto plazo de la CAF: “Mejorar los procesos e invertir en sistemas digitales”
A través de la experiencia de estas multinacionales, la CAF pretende, por un lado, afrontar de forma eficiente la trasformación tecnológica, y por otro, reducir la deuda “catalizando mejor los recursos propios”, subraya Carranza.
En estos momentos, el activo de la institución es de 36.000 millones de dólares (30.000 millones de euros) por un pasivo de 26.000 millones de dólares (22.000 millones de euros). Para sostener este riesgo, no bastan las nuevas utilidades tecnológicas.
Por eso la CAF también utiliza estrategias más típicas como “aumentar la liquidez y las fuentes de crédito”, así como “experiencias más novedosas” probadas en Colombia y Uruguay con fondos de deuda, y un fideicomiso que están tratando de estructurar en Argentina. Todo con tal de “mejorar la palanca financiera”, o lo que es lo mismo, la rentabilidad de los capitales propios.