Juan Carlos Zapata (ALN).- La mediación noruega se mueve para Washington. Y para Washington se mueve al menos uno de los miembros del equipo de Juan Guaidó que llevaba la negociación con Nicolás Maduro. Decimos llevaba porque aún no se reactiva. Noruega anda en fase exploratoria. Tanteando el terreno. Otra vez.
En Washington comenzarán las exploraciones. En las próximas horas. Noruega busca reactivar la negociación entre Juan Guaidó y Nicolás Maduro. Las negociaciones llevan semanas interrumpidas. Parece un siglo. Y no ha habido intento firme de que se reactiven. Un miembro del equipo de Guaidó dijo al diario ALnavío que el equipo de Maduro no ha comunicado la decisión de regresar a la mesa. Pero siguen a la espera.
Noruega comienza las exploraciones con el equipo de Guaidó. Al menos con uno de los miembros. Pero en Washington hay más representantes políticos de Guaidó. Y está la Casa Blanca, y el Departamento de Estado, y el Congreso. Es el centro de poder. El escenario para otras consultas. Como el de las sanciones. El equipo de Guaidó se lo ha dejado en claro al equipo de Maduro. Sólo con un acuerdo sellado, al menos en el punto de las elecciones libres con todas las garantías, se podía ir a Washington a plantearle a Estados Unidos el problema.
Lo que se sabe ahora es que la mediación noruega ha viajado a Washington. No se trata de la reanudación del proceso. Es una nueva fase exploratoria. Para medir en qué condiciones se encuentran las partes. Por lo menos en la capital de los Estados Unidos medirán los ánimos de la parte de Guaidó. Se supone que harán lo propio con el equipo de Maduro. ¿En Caracas?
A Maduro Rusia le dijo a finales de septiembre que volviera a la mesa. Y Maduro al regreso del encuentro que sostuviera en Moscú con el presidente Vladímir Putin, dijo que estaba listo para retomar la negociación. Lo mismo ha dicho Guaidó. Pero este ha manifestado que hay una propuesta sobre la mesa. Que su equipo dejó una propuesta sobre la mesa. Elecciones libres, Consejo de Estado, reinstitucionalización de los poderes públicos. Pero Maduro, esgrimiendo el tema de las sanciones, rompió la negociación para montarse en un segundo diálogo con un grupo minoritario de la oposición. Firmó un acuerdo. ¿Y qué es de la vida de ese acuerdo? Ni siquiera en el punto de la liberación de los presos políticos, Maduro ha cumplido. Hace semanas que se amenaza con la liberación de al menos 60 presos políticos.
Noruega comienza las exploraciones con el equipo de Guaidó. Al menos con uno de los miembros. Pero en Washington hay más representantes políticos de Guaidó. Y está la Casa Blanca, y el Departamento de Estado, y el Congreso. Es el centro de poder. El escenario para otras consultas. Como el de las sanciones. El equipo de Guaidó se lo ha dejado en claro al equipo de Maduro. Sólo con un acuerdo sellado, al menos en el punto de las elecciones libres con todas las garantías, se podía ir a Washington a plantearle a Estados Unidos el problema.
¿Desde que se rompieron las negociaciones qué ha cambiado? El regreso del partido chavista, el PSUV, a la Asamblea Nacional. Allí se han planteado debates. Como el de la reinstitucionalización del país y la necesidad de llegar a acuerdos para evitar que la tragedia llegue a más en Venezuela y desemboque en un golpe de Estado.
Juan Guaidó ensaya una estrategia para que los factores de poder del chavismo presionen a Nicolás Maduro
Pero también ha cambiado el escenario internacional. Antes había pasado la derrota de Mauricio Macri en Argentina. Pasó luego el error de Iván Duque en la ONU con las fotos equivocadas del informe que demostraría la vinculación del régimen de Maduro con el terrorismo, con los grupos armados que operan entre Colombia y Venezuela. Pasó la crisis institucional en Perú, la disputa entre el Ejecutivo y el Congreso. Pasó que Ecuador entró en crisis. El paquete de reformas económicas de Lenín Moreno desató una ola de protestas que lo llevaron a negociar y retroceder y ahora es un gobierno menos fuerte que antes. Estos ejemplos no favorecen a Guaidó. Porque buena parte de los aliados se encuentran ocupados en sus propios problemas. De paso, el canciller de Chile acaba de declarar que Guaidó debe ser más flexible. Más pragmático.
Por su parte, Maduro sigue en el poder. El régimen y sus figuras, más sancionados que nunca, igual que Cuba y Nicaragua, pero se mantienen de pie. Y Rusia jugando a fondo en Cuba y también con Maduro. Maduro fue a Moscú y Dmitry Medvedev a La Habana. La crisis de Ecuador y la situación de Argentina le han brindado un aire al chavismo mundial, que arremete contra el FMI, al que acusan del responsable de ambas crisis. Pero Putin también reconoció a la Asamblea Nacional que preside Guaidó.
En el equipo de Guaidó la posición se mantiene. “Como resultado del proceso, presentamos una propuesta concreta que representa una solución para poner fin al sufrimiento de los venezolanos.
Es una propuesta en positivo para superar la crisis y evitar la catástrofe social hacia la que se enrumba el país.
Consiste en restaurar la democracia como única manera de generar la confianza que se requiere para que vengan al país los recursos económicos que se requieren. Los componentes de la propuesta son: Separación del cargo tanto de Juan Guaidó como de Nicolás Maduro. Consejo de Estado con la participación de la Fuerza Armada, conformación paritaria y una cabeza independiente para dirigir la transición. Equilibrio de Poderes. Elección Presidencial en condiciones observables y verificables. Esta es una propuesta que debe servir al país, a ellos y nosotros. Sólo nos sentamos si nos responden a la propuesta”. La Asamblea Nacional aprobó el primero de octubre un acuerdo ratificando la ruta planteada en la mesa de negociación.
Sin embargo, la respuesta por parte de Maduro no llega. Y es por ello que Noruega intenta esta fase exploratoria. Los noruegos han dicho: Las partes vuelven cuando lo consideren conveniente y estén preparados para avanzar.