Reinaldo Iturbe (ALN).- En Venezuela la recuperación económica empezó en el segundo semestre del año 2021 y crecerá 8% al cierre de 2022, según estimaciones de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), en su acostumbrado informe anual de la coyuntura del país caribeño.
«Entre el segundo semestre de 2013 y el primer semestre de 2021 se estima que la economía venezolana se contrajo en 75%, sin duda la más prolongada y significativa crisis de la que se tenga registro en el país. A partir del segundo semestre del año pasado, la economía detuvo su contracción y comenzó a mostrar signos de recuperación, aunque en sectores y espacios muy localizados, calculándose que, en promedio, el nivel del Producto Interno Bruto (PIB) pudo haber experimentado una tasa de crecimiento superior al 5%».
Los sectores «focalizados» a los que se refiere el estudio se centran fundamentalmente en rubros del sector terciario y la producción de medicinas. El sector salud, dice el economista Asdrúbal Oliveros (Ecoanalítica) es el más pujante: creció 30% en 2021 y crecerá 25% en 2022. La razón es elemental: la salida del país de grandes farmacéuticas dio oportunidad para que actores locales combinados con empresas de Irán e India, ha permitido producción de medicinas e importación a bajo costo de estos.
Para que el crecimiento del PIB pueda materializarse, la UCAB estima que debe mantenerse «el contexto político e institucional que hoy prevalece». Pero: ¿Cuál es el contexto? Un contexto de franca apertura del Gobierno en materia cambiaria y mayor disciplina fiscal, además de una recuperación en los ingresos por exportaciones petroleras:
«Todo ello se ha traducido en la atenuación de las presiones inflacionarias, lo que sin duda ha contribuido a mejorar el muy deteriorado ambiente interno para los negocios. De continuar la política de estabilización cambiaria, la libertad en el mercado de divisas y la desregulación de los precios, en un contexto de mejoras en el acceso al mercado petrolero mundial, con fortalecimiento de los precios del crudo, acompañados por una reducción en las restricciones internas asociadas a la disponibilidad de combustibles y de menores interrupciones en la provisión de servicios públicos básicos, y en especial en el suministro de energía y telecomunicaciones, es probable que la economía interna eleve su crecimiento por encima del 8%».
No obstante, sobre la disciplina fiscal, la UCAB advierte:
«El Gobierno todavía tiene el reto de lograr una consolidación fiscal robusta, específicamente las autoridades enfrentan el dilema de ampliar sus fuentes ordinarias de ingresos y aprovechar el señoreaje, estrategias que confrontan riesgos importantes por intentarse en un contexto de bajo nivel de actividad económica y de avances muy tímidos en materia de estabilización y reducción sostenida de la aún muy elevada tasa de inflación».
Desregulación y dolarización
La UCAB valora positivamente en su extenso informe el proceso de desregulación de precios y dolarización transaccional. Apuntan los académicos que el Gobierno ha reducido considerablemente su déficit fiscal y que la política monetaria restrictiva vía encaje legal ha impedido una expansión de la liquidez monetaria. Sin embargo, dice el informe, la reducción paulatina del encaje legal desde 85 puntos a 73 puntos permitirá una pequeña dinamización de la intermediación bancaria vía otorgamiento de créditos: 161 millones de dólares, proyecta el informe.
«Asumiendo que el incremento de las disponibilidades de la banca, como consecuencia de ambas medidas, se canalice al crédito, estimamos que tan solo se añadirían 161 millones de dólares, lo que llevaría la relación crédito interno/PIB a 7%, un porcentaje que aún estaría muy por debajo de otros países de la región», se lee en el texto.
La cartera crediticia de Venezuela es de apenas 400 millones de dólares, menos de un punto de su Producto Interno Bruto, estiman firmas locales como Econométrica y Ecoanalítica.
La inflación sigue en caída libre
La economía del país caribeño salió del ciclo hiperinflacionario en diciembre de 2021, cuando se cumplieron 12 meses con tasas de inflación inferiores a 50%. De hecho, Venezuela va camino del sexto mes consecutivo con tasas de inflación de un dígito mensual.
Al respecto, señala el informe que «para este año, si se mantiene la política de estabilización de precios en bolívares y del tipo de cambio, que pareciera estar adelantando el BCV, y la política fiscal sigue acompañando esos esfuerzos, se podría esperar una mayor desaceleración en el crecimiento de la base monetaria, que se espera se incremente en 135% y en la liquidez 170%».
La base monetaria es clave: modelos econométricos históricos en Venezuela muestran una correlación positiva entre liquidez e inflación. De allí que el gobierno de Maduro haya emprendido, como explicamos al inicio de esta nota, una severa política monetaria restrictiva vía encaje legal.