Leticia Núñez (ALN).- La empresa mexicana Jaguar Exploración y Producción se impone a Carlos Slim y a Alberto Baillères, la primera y tercera fortunas de México, respectivamente, en una nueva licitación petrolera. Obtuvo cinco contratos en solitario, dos de ellos fueron los más competidos. Slim ganó dos. Baillères se fue sin nada.
El duelo de billonarios por el petróleo en México terminó con un tercer actor como principal ganador. Ni Carlos Slim, el hombre más rico del país y uno de los más acaudalados del planeta. Ni tampoco Alberto Baillères, el tercer empresario mexicano más pudiente. Fue la empresa Jaguar Exploración y Producción, con sede en Monterrey, la que se hizo con la mayoría de las áreas en una nueva licitación de crudo realizada en el marco de la reforma energética impulsada por el gobierno de Enrique Peña Nieto, tras casi ocho décadas de monopolio estatal.
En concreto, la firma mexicana, constituida en 2014 y que pertenece al fondo de inversión Grupo Topaz, se adjudicó cinco contratos en solitario y otros seis en consorcio con la canadiense Sun God Energía. De los obtenidos a título individual, dos fueron de los más competidos. Para quedarse con ambos, ofreció un total de 54,99 millones de dólares (aproximadamente 48 millones de euros) en el desempate. Precisamente, la compañía fue creada “para maximizar el potencial de las oportunidades derivadas de la reforma energética”. Vaya si lo ha conseguido.
El área más demandada en esta ronda fue la Cuenca Sureste, con nueve propuestas. Finalmente, la oferta en efectivo de 28,89 millones de dólares (25,2 millones de euros) que hizo Jaguar Exploración y Producción superó a la presentada por la firma de Slim, Carso Oil and Gas, en lo individual, así como a los consorcios encabezados por NG Oil and Gas, Roma, Petrosynergy, Shandong y Newpek, Promotora y Operadora. La alianza de Promotora y Operadora junto a 5M obtuvo el segundo lugar con una propuesta de 10,1 millones de dólares (8,8 millones de euros). La oferta del grupo del magnate mexicano fue la más baja, con solo 756.000 dólares (661.000 euros).
El grupo de Carlos Slim ganó dos licitaciones en la ronda 2.3 tras ofrecer más de 19 millones de dólares
El área 5, en la Cuenca Tampico-Misantla, que conserva el 30% de las reservas nacionales, fue la segunda con más competencia. Pujaron siete empresas y el ganador resultó, nuevamente, Jaguar Exploración y Producción. En esta ocasión, presentó una oferta en efectivo de 26,1 millones de dólares (22,8 millones de euros). El segundo lugar fue para DEP PYG, que ofreció un pago de 5,2 millones de dólares (4,5 millones de euros).
Nada pudo hacer Petrobal, propiedad de Alberto Baillères, el dueño de las minas más ricas de oro y plata en México. Quedó en la quinta posición con una propuesta que apenas superó los 3,1 millones de dólares (2,7 millones de euros).
El empresario mexicano, quien atraído por la reforma energética de Peña Nieto decidió diversificar su imperio, se fue en blanco en la subasta petrolera de este miércoles. Tal como recoge Forbes México, Baillères, cuyo patrimonio ronda los 10.000 millones de dólares (8.700 millones de euros), “decepcionó al presentar propuesta en solo dos subastas”. Ofreció pagos en efectivo muy por debajo del resto de los concursantes.
Dos victorias para Slim
Quien sí salió con contratos bajo el brazo fue Carlos Slim. Carso Oil and Gas, resultante de la fusión de Carso Infraestructura, Construcción y Perforación con Condumex Perforación, se quedó con el área 12, en las Cuencas del Sureste, y con el área 13. En el primer caso, ofreció 6,1 millones de dólares (5,3 millones de euros) y en el segundo, 13,1 millones de dólares (11,5 millones de euros).
De esta forma, Slim, cuya fortuna sobrepasa los 50.000 millones de dólares (43.000 millones de euros), tendrá la capacidad tanto de continuar su trabajo con la petrolera estatal Pemex como de competir con la empresa pública por nuevos contratos.
Según estimaciones de la Secretaría mexicana de Energía, esta ronda atrajo inversiones próximas a 1.000 millones de dólares (876 millones de euros). La extracción comenzará en 2018 y alcanzará su máxima capacidad en 2023, con una producción equivalente al 3% nacional. Las licitaciones petroleras celebradas previamente por la Comisión Nacional de Hidrocarburos se saldaron con la adjudicación de 49 contratos a 56 empresas de 17 países.