Daniel Gómez (ALN).- Nada más llegar a Moscú, Nicolás Maduro le dijo al presidente Vladímir Putin que tiene un plan para rescatar la economía. Mentira. Como mentira también fue lo que le dijo Putin a Maduro sobre el intercambio comercial Rusia-Venezuela. Según el mandatario ruso está subiendo. Pero los datos sugieren otra cosa.
“He activado un programa económico bastante completo. Integral. Que puede integrarse perfectamente a la visión económica de la cooperación Rusia-Venezuela”, le dijo Nicolás Maduro al presidente ruso, Vladímir Putin, nada más llegar a Moscú.
¿A qué programa económico se refiere Maduro? Está mintiendo. Las únicas iniciativas económicas que se le conocen son la reconversión monetaria, que no frenó la inflación, y la creación de la criptomoneda petro, de la que no hay ni rastro.
A finales de agosto, en entrevista con la agencia china Xinhua, Maduro anunció un plan. 11 líneas de acción para reactivar la economía que iba a difundir próximamente. Todavía se sigue esperando por esos anuncios.
Hasta ahora, la única información fidedigna sobre la economía venezolana es la que ofrece el Fondo Monetario Internacional. El organismo estima que el PIB de Venezuela caerá 25% en 2019, haciendo un acumulado de 85,8% desde 2013, que es el año en que llegó Maduro al poder.
Así que Maduro le miente a Putin diciendo que reactivará la economía, pero Putin también le miente a Maduro cuando le dice que el intercambio comercial Rusia-Venezuela está creciendo.
La mentira de Putin a Maduro
“En los últimos años nuestras relaciones económicas pasaron por una situación bastante difícil porque cayó nuestro volumen de intercambio comercial, pero hemos conseguido cambiar esta tendencia negativa. Este año vemos un crecimiento”, le dijo Putin a Maduro.
Rusia sólo exportó a Venezuela bienes por 36 millones de dólares en el primer cuatrimestre de 2019, menos de la mitad de lo que envió hace tres años, según datos de la aduana rusa reseñados por The New York Times.
“En los últimos años nuestras relaciones económicas pasaron por una situación bastante difícil porque cayó nuestro volumen de intercambio comercial, pero hemos conseguido cambiar esta tendencia negativa. Este año vemos un crecimiento”.
En el reportaje del diario estadounidense se dice que un sector en alza, las ventas de trigo ruso a Venezuela como reemplazo al grano estadounidense, también venía cayendo. En los cuatro primeros meses de 2019 estas se desplomaron 60%, respecto al mismo periodo de 2018.
No hay que olvidar la deuda. Maduro le debe a Putin 3.600 millones de dólares que todavía no ha pagado. Por otro lado, y de acuerdo con los últimos estados financieros de Rosneft, la estatal venezolana PDVSA le debe 1.800 millones a la petrolera rusa.
Las armas, el sector más dinámico entre Caracas y Moscú en el pasado, también se ha visto debilitado. Ni rusos ni venezolanos han anunciado nuevas compras de armamentos. Y un proyecto que todavía está pendiente, que es la planta de fusiles Kalashnikov en Venezuela, sigue demorándose. Se supone que estaría lista antes de 2010 y ahora apuntan su finalización hacia 2019 o 2020.