Leticia Núñez (ALN).- ¿Qué busca Nicolás Maduro con la inculpación contra Juan Manuel Santos? ¿Por qué lo hace justo ahora, cuando el mandatario de Colombia está a punto de dejar la Presidencia? Expertos consultados por ALnavío aseguran que es una forma de preparar el terreno de lo que será una relación muy tensa: “Iván Duque representa el uribismo y el uribismo es la bestia negra del chavismo”.
“Han intentado asesinarme”, aseguró este sábado Nicolás Maduro, poco después de que un acto oficial se viera interrumpido por explosiones que las autoridades atribuyen a drones cargados con explosivos. “Y no tengo duda que todo apunta a la derecha, a la ultraderecha venezolana en alianza con la ultraderecha colombiana y que el nombre de Juan Manuel Santos está detrás de este atentado”, afirmó el presidente venezolano. Se trata de una acusación sin precedentes a pesar de la abierta hostilidad verbal que ambos gobiernos mantienen en los últimos años.
¿Qué busca Maduro con la inculpación contra Santos? ¿Por qué lo hace justo ahora, cuando Santos entregará el poder este martes al conservador Iván Duque? Este es un elemento clave, según Rogelio Núñez, investigador del Instituto de Estudios Latinoamericanos en la Universidad de Alcalá de Henares (Madrid). “En realidad, Maduro lo que hace es preparar el terreno para lo que va a ser una relación de témpano, una relación helada con la Administración Duque”, asegura al diario ALnavío.
Núñez recuerda que las tensiones entre Venezuela y Colombia se remontan a la época de Hugo Chávez y Álvaro Uribe. Por ello, con la llegada de Duque al poder vaticina que “la tensión va a crecer en grado sumo”. En este sentido, argumenta que “Duque representa el uribismo y el uribismo es la bestia negra del chavismo”.
“Donde se va a notar que Duque es uribista será en la relación con Venezuela, que va a ser de una dureza extrema”
Según Núñez, Duque es un hombre “bastante pragmático y moderado dentro del uribismo”. Eso sí, no tiene dudas de que “donde se va a notar que Duque es uribista será en la relación con Venezuela, que va a ser de una dureza extrema, de un apoyo sin fisuras a la oposición venezolana”.
En declaraciones a ALnavío el pasado 6 de julio, Duque confirmó que llevará a Maduro ante la justicia internacional. “La voluntad la tenemos que materializar varios presidentes de América Latina. Hay que avanzar en los próximos meses en esa dirección”, dijo (Ver más: Duque confirma que llevará a Maduro ante la justicia internacional).
El presidente colombiano recordó que junto con otros senadores chilenos y colombianos ya denunciaron hace más de un año a Maduro ante la Corte Penal Internacional. “Se ha avanzado, gracias a nuestra denuncia se inició una observancia preliminar”, añadió.
Ante tales intenciones, Rogelio Núñez concluye: “Colombia liderará la ofensiva internacional contra el régimen de Maduro”.
También subraya que las relaciones entre ambos países “siempre han sido muy tensas, con problemas fronterizos e incluso conatos de conflicto armado”. Entonces, dice, “si a la animadversión tradicional que todo país tiene con su vecino, le añadimos un componente ideológico como es el de una Colombia a punto de ser uribista respecto a una Venezuela chavista, que son las dos antítesis, nos encontramos con una tensión muy fuerte”.
“Mi peor pesadilla es Venezuela”
Más allá de Duque, hay que destacar que Santos ha liderado hasta ahora la respuesta internacional ante los abusos del régimen chavista. En una visita a Londres, en noviembre de 2017, Santos afirmó: “Mi peor pesadilla es Venezuela”. Como otros presidentes latinoamericanos, norteamericanos y europeos, exige la vuelta a la democracia.
Según Alfredo Rodríguez, director del Máster en Políticas Públicas de Seguridad en la Universidad Camilo José Cela (Madrid), “Maduro sigue la estrategia de tener un enemigo, real o ficticio, a quien culpa de todos los males”.
Es el manual básico del dictador: señalar a alguien (un mandatario extranjero, un supuesto poder internacional, una potencia foránea…) como una fuerza hostil siempre dispuesta a inmiscuirse en los asuntos internos del propio país e incluso agredirlo. La idea es incentivar el instinto del ‘ellos contra nosotros’.
Para Maduro, Santos es el máximo ejemplo de enemigo exterior. Por un lado, le sirve para alentar los sentimientos nacionalistas de parte de los venezolanos. Por otro, le resulta útil para culparle de una mala situación interna cuya responsabilidad recae únicamente en el chavismo. “Incluso es el espantajo perfecto para acusarle de proyectar complots contra él y contra el país”, tal como publicó el historiador Pedro Benítez en ALnavío. Ese momento llegó el sábado (Ver más: Los insultos de Maduro a Santos responden al manual básico del dictador).
De igual forma se expresa el diplomático venezolano Fernando Gerbasi. “Maduro persigue un enemigo externo para esconder todo el caos que se ha generado en Venezuela como consecuencia de su nefasta política pública”. Sin agua potable, sin gas, sin internet, con frecuentes apagones de luz que la semana pasada también afectaron a Caracas y con el anuncio del Gobierno de que racionará la gasolina. Así está el país. Los servicios básicos no funcionan. Hay quienes creen que Venezuela camina hacia una implosión. Hablan del fracaso del modelo chavista (Leer más: Las políticas de Maduro aceleran el colapso del chavismo).
Santos dijo que el régimen de Maduro no durará mucho en el poder porque “la gente se está muriendo de hambre”
En el viaje que Santos realizó a Madrid el pasado mayo, vaticinó que la dictadura de Maduro “no va a perdurar” porque “no hay país en la historia que haya logrado sobrevivir a una hiperinflación de más de 2.000% durante unos meses” y Venezuela ya supera 14.000%. El Fondo Monetario Internacional (FMI) pronostica que llegará a 1.000.000% a finales de 2018.
Asimismo, Santos argumentó que el régimen de Maduro no durará mucho en el poder porque “la gente se está muriendo de hambre, están surgiendo enfermedades desaparecidas desde hace mucho tiempo por la falta de medicinas y el Gobierno sigue negando que necesita ayuda humanitaria” (Ver más: Santos marca la pauta internacional sobre la crisis de Venezuela).
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Colombia rechazó las acusaciones contra Santos el mismo sábado por la noche. En un comunicado, señalaron que “resultan absurdos y carecen de todo fundamento los señalamientos de que el mandatario colombiano sería el responsable del supuesto atentado en contra del presidente venezolano”. Asimismo, agregaron: “Ya es costumbre que el mandatario venezolano culpe permanentemente a Colombia de cualquier tipo de situación. Exigimos respeto por el presidente Juan Manuel Santos, por el Gobierno y por el pueblo colombiano”.
Relación deteriorada
Preguntado por si esta acusación marca un antes y un después en la relación bilateral entre Venezuela y Colombia, Gerbasi lo descarta. “Es otro encontronazo más. Maduro y Santos mantenían buena relación como consecuencia de la participación de Venezuela en el proceso de negociación con las FARC. Al terminar las negociaciones, Santos comenzó a rebajar la relación con Venezuela y poco a poco ha ido asumiendo una actitud más dura contra Maduro”, explica.
Por su parte, Rodríguez subraya que “la relación con Colombia está deteriorada y no hay diálogo”. Recuerda que Venezuela “vive una situación insostenible” y lo achaca a un dictador que “además es un iletrado y un incapaz”.
A pesar de la incapacidad, los líderes autoritarios tienden a no abandonar el poder hasta el final. Inmersos, como en el caso venezolano, en una grave crisis política, económica y social, son capaces de cualquier cosa. Existe la enfermedad del poder.
Tal como explicó el investigador británico David Owen en un artículo titulado Síndrome de Hybris: ¿un trastorno de la personalidad adquirido?, basado en los presidentes de EEUU y primeros ministros de Reino Unido en los últimos 100 años, los dictadores están bajo un mayor riesgo de sufrir el trastorno. El científico afirmó que quienes lo padecen suelen ser personas soberbias y arrogantes, que desprecian a los demás. Entre los síntomas también figuran el sentimiento de superioridad, la desmedida preocupación por la imagen y la rabia y desolación en caso de pérdida de la popularidad.
Los militares de Maduro perderían la guerra
Hay otro factor. Los expertos también rechazan que la acusación pueda dar a Maduro elementos a favor frente a las fuerzas armadas. “No, en primer lugar, Maduro está totalmente aislado a nivel internacional y él lo sabe. En segundo lugar, fue una clara demostración de que las fuerzas armadas están integradas por personas que no tienen disciplina, que no tienen convencimiento de lo que son sus responsabilidades. La estampida fue total”, recuerda Gerbasi sobre el supuesto atentado contra el presidente.
Asimismo, Rodríguez apunta que “las fuerzas armadas saben que la situación de Venezuela es insostenible y que Maduro se ha convertido en un dictador”.
Pese a que Maduro ha incrementado la presencia de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana en la frontera de Venezuela con Colombia, los expertos ven otra maniobra de distracción por parte del mandatario. Un conflicto con Colombia supondría el fin del chavismo sin que los altos mandos militares pudieran negociar las condiciones de la transición. La cúpula castrense, que controla buena parte de la economía venezolana, es la primera interesada en que no estalle la guerra (Leer más: Los militares de Maduro perderían la guerra y el poder si hay un conflicto con Colombia).