Carlos Moreno (ALN).- Si Estados Unidos dice que no habrá acción militar en contra de Nicolás Maduro no la habrá, y ya lo ha dicho de nuevo. Sólo existe hoy una excepción y es que el régimen de Maduro se atreva a atacar a Colombia en la frontera, lo que desencadenaría una operación estadounidense para apoyar al gobierno de Iván Duque. La Casa Blanca replantea estrategias para hundir a Maduro, y todo sugiere que la presión es para llevarlo a un asalto final en una mesa de negociaciones.
Las expectativas con la eventual aprobación del Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR) que se espera comience hoy sus primeros pasos en la Organización de Estados Americanos (OEA) no debe llamar a confusión. La activación, que bien podría abrir la puerta a una acción multilateral en contra del régimen de Nicolás Maduro, no se enfocaría en ese sentido por el momento.
El embajador de los Estados Unidos en la OEA, Carlos Trujillo, ha dicho que con el TIAR “no se busca una intervención militar en Venezuela”, sino establecer un marco jurídico para que los países miembros puedan ejercer presiones más contundentes, según reseñó la agencia AP.
La posición de Estados Unidos, que apoya abiertamente la aplicación del TIAR, enfría el planteamiento de fuerza con el que buena parte de la oposición en Venezuela confía que pueda hundirse definitivamente a Maduro.
El TIAR es un cuerpo jurídico que se comporta como un acuerdo de defensa mutua entre los países que conforman la OEA. Se intentó poner en marcha durante la guerra de las Malvinas en 1981 a petición de Argentina, pero no prosperó puesto que EEUU apoyó a Reino Unido. Hoy, la delegación de Venezuela del presidente encargado Juan Guaidó solicita su activación.
Y el mismo Elliot Abrams, representante especial para Venezuela en el Departamento de Estado de EEUU, ha revalidado el enfoque sobre el TIAR.
“Es volver a reunir el órgano de consulta de los Estados miembros para conversar sobre qué pasos tomar. Es equivocado pensar, alguna gente lo hace, oh esto es acción militar, esto es la invasión”, dijo Abrams hace pocas horas a La Voz de América desde Bruselas.
Abrams rescata la frase “todas las opciones están sobre la mesa”, sólo como una confirmación de que podrían existir opciones militares, pero destaca que Washington no tomará esa vía.
“El presidente ha dicho todas las opciones están sobre la mesa, siempre están. No me sorprende que el presidente diga eso. Es una declaración de un hecho, tenemos esas opciones, existen. Esa no es nuestra política. Nuestra política ahora es presión económica, financiera, diplomática y política al régimen. Eso es lo que estamos haciendo”, dijo.
Enfatiza en el escenario de los ejercicios militares que Maduro desplegó en la frontera con Colombia desde este martes y en caso de que las fuerzas del régimen se atrevan a atacar a Colombia, entonces, sólo así, sí entraría Estados Unidos con todo su poderío a proteger a su aliado hemisférico.
“Tengo la esperanza de que sea sólo un acto político sin ningún significado militar o de seguridad y espero que las fuerzas armadas de Venezuela no permitan que Maduro las lleve a riesgos adicionales. Tengo la esperanza de que no sean lo suficientemente locos para involucrarse en ningún ataque en Colombia. Ciertamente Colombia tendrá el total apoyo de EEUU si eso ocurre”, señaló.
La Casa Blanca se toma en serio el tema Venezuela y Donald Trump parece afinar los giros de su estrategia para hundir a Maduro. Este martes despidió a John Bolton, el asesor de Seguridad Nacional más determinado a salir del régimen que ha pasado por su Administración, un republicano que acompañó a Ronald Reagan y a George Bush en sus presidencias, y diseñador de la guerra de Irak de 2003 que llevó al derrocamiento de Saddam Hussein.
“Era más militarista que Trump y creo que Trump se sentía incómodo con eso”, dijo a la BBC Mark Feiersten, director de asuntos hemisféricos en el Consejo de Seguridad Nacional durante el gobierno de Barack Obama.
Y ahora se espera la designación oficial y definitiva del nuevo asesor de Seguridad Nacional que el mismo Trump ha prometido para la semana próxima.
Venezuela en la OEA
Gustavo Tarre, embajador de Juan Guaidó en la OEA, lidera este miércoles la petición de Venezuela de activar el TIAR, y lo hace acompañado de Argentina, Brasil, Colombia, Guatemala, El Salvador, Paraguay, República Dominicana, Haití y Estados Unidos.
Ahora que no está Bolton cómo cambiará la estrategia de Trump hacia Maduro
Y sostiene que puede decirse que ya está aprobado, aunque viene un periodo de discusión para determinar las resoluciones a su favor.
El mismo Tarre reconoce que las opciones militares son siempre las últimas, puesto que primero explorarían más cercos diplomáticos, económicos y hasta la suspensión de comunicación aérea, terrestre y marítima.
Es decir, más sanciones y más asfixia internacional para sentar a Maduro en una mesa de negociaciones que represente su último asalto.
Para el catedrático de Derecho Internacional de la Universidad Carlos III de Madrid, Jesús Eduardo Troconis, el TIAR tiene perfectamente la capacidad de aglutinar fuerzas multilaterales para sacar a Maduro del poder, pero advierte que la “diplomacia tiene sus tiempos”.
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Asegura que la posición de Estados Unidos ha sido consecuente con el objetivo esencial de “sacar del paisaje político a Maduro”, y no cree que la postura política asomada de no intervención militar diluya en modo alguno el objetivo de la mayoría de los países del hemisferio que buscan la salida de Maduro.