(EFE).- El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, será dado de alta hospitalaria mañana, martes, tras someterse a una cirugía por una hernia, confirmó este lunes su oficina.
El mandatario «se siente muy bien, y continúa con sus labores diarias desde el hospital, incluidas consultas y conversaciones», dijo en un mensaje la Oficina del Primer Ministro israelí.
Horas antes, la oficina había confirmado que la intervención concluyó con éxito y que Netanyahu estaba plenamente consciente.
«Está plenamente consciente, su estado es bueno y fue trasladado para mayor recuperación», informó.
El mandatario agradeció al personal médico del Hospital Hadasah Ein Kerem, donde se produjo la intervención, para la que se requirió anestesia general.
Su oficina comunicó ayer domingo por la tarde que el primer ministro sería intervenido por la noche y este ofreció una rueda de prensa minutos antes de acudir al hospital, en paralelo a una protesta multitudinaria frente a la Knéset (Parlamento israelí), en la que más de 100.000 personas le exigieron elecciones anticipadas por su gestión de la guerra y un acuerdo inmediato para liberar a los rehenes.
En su intervención, Netanyahu dejó claro que no piensa convocar elecciones «porque paralizarían el país en tiempos de guerra», e insistió en que las demandas de Hamás para un acuerdo de liberación de rehenes son excesivas.
Mientras esté de baja médica, que no se ha especificado cuánto tiempo será, realizará sus labores el vice primer ministro y ministro de Justicia de Israel, Yariv Levin.
El primer ministro israelí, de 74 años, ya tuvo que someterse a una cirugía el pasado julio para instalar un marcapasos, tras encontrar un problema de corazón en un chequeo médico cuando fue ingresado por sufrir un desvanecimiento por deshidratación en pleno mes de julio.
Como en aquel momento, Netanyahu se enfrenta a una complicada coyuntura política, agravada ahora por la guerra entre Israel y Hamás y las renovadas tensiones en la frontera con Líbano.
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