Leticia Núñez (ALN).- La institución, fundada para estrechar lazos entre España y el continente americano, celebra este año su 25º aniversario. En una entrevista con ALnavío, Santiago Miralles, director del consorcio, asegura que la relación es “privilegiada” y que “España no sería lo que es sin América Latina”. Julio de 1992. La madrileña Casa de América fue la elegida para acoger la II Cumbre Iberoamericana. En la foto de familia, el rey Juan Carlos, Felipe González, el argentino Carlos Menem, Patricio Aylwin (líder de la transición chilena) o Fidel Castro. Entre los ausentes, el presidente venezolano Carlos Andrés Pérez o el colombiano César Gaviria. Las crónicas del momento calificaron la reunión de “luna de miel” y “éxtasis político”. Desde entonces, Casa de América ha recibido a las personalidades más relevantes del continente: mandatarios, políticos, economistas, sociólogos, artistas… La institución celebra este año su 25º aniversario y lo hace fiel a la esencia con la que nació: estrechar lazos entre España y el continente americano, especialmente con Iberoamérica.
“Es un tópico decirlo, pero nos une todo. La historia, la lengua, la cultura, los valores… Es una realidad”, asegura el director general de Casa de América, Santiago Miralles, en una entrevista concedida al diario ALnavío. “No hay empresa española de cierta relevancia que no tenga intereses en América, como es raro que haya una personalidad de la cultura o de la política que no esté muy vinculada con América y viceversa”, agrega. Por ello, Casa de América procura “estar al día de lo que se está cociendo tanto en España como en Latinoamérica en cultura, política y economía”. Y vaya si lo consigue.
«Estoy convencido de que los problemas que tenemos en España son muy parecidos a los de América Latina»
La media de actividades que organiza este consorcio público, cuyo Consejo Rector está formado por el Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación, la Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento de la capital, es abrumadora. Entre seminarios, conferencias, mesas redondas, exposiciones, presentaciones de libros, entrevistas, coloquios, proyecciones cinematográficas, conciertos, emisiones de radio y de televisión no hay apenas un solo día en el que la agenda aparezca vacía.
En 2016, recibieron la visita de al menos 15 ministros. Una cifra relativamente baja, según Miralles, puesto que el Gobierno español estuvo en funciones casi un año. En lo que va de 2017, ya han pasado por el Palacio de Linares el presidente de Argentina, Mauricio Macri, quien conversó sobre democracia con Mario Vargas Llosa o el presidente ejecutivo de la CAF, Enrique García.
Y es que Casa de América, una plataforma y herramienta de la diplomacia pública española, se ha convertido también en catalizador y divulgador de la actualidad latinoamericana. Es su particular templo. No se olvida tampoco de difundir el legado histórico y cultural. “Casi todo lo que pasa por España, procedente de América, es muy relevante e intentamos que venga a Casa de América para explicárnoslo. Procuramos que sea un foro de encuentro”, apunta Miralles, en el cargo desde julio de 2015.
Actividades que desarrollan gracias, por una parte, al presupuesto que reciben del Ministerio de Asuntos Exteriores, a través de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) y, por otra, a los ingresos privados. De estos, un tercio aproximadamente procede del patronato, compuesto por empresas como BBVA, Iberdrola, Banco Santander, Iberia o Telefónica. La última en sumarse al grupo de patrocinadores ha sido la mexicana Alfa. “Tienen que ser empresas con interés en actividades vinculadas con América y España”, explica Miralles.
«Personalmente me interesan mucho las reflexiones sobre dónde está América en este momento y qué está pasando»
Entre los actos que mayor éxito han cosechado en los últimos meses figuran las elecciones en Estados Unidos, el seguimiento al “problema cubano” o cualquier proceso electoral, como el celebrado recientemente en Ecuador. “Es muy difícil decir en qué sectores hay más público porque depende mucho de que sea algo de actualidad, de que alguien sea muy conocido… En este momento apostamos por la parte virtual. Es un buen baremo para saber qué interesa fuera de Madrid. Muchas veces hay actividades a las que no damos mucha importancia y luego tienen mucho seguimiento en América Latina”, cuenta Miralles, destacando también “las miles de visitas” que generó la presentación de un libro sobre la leyenda negra española.
“Pensamos en América Latina constantemente”
Algo similar sucedió el 6 de febrero de 2016, día en que se cumplió un siglo de la muerte de Rubén Darío. En aquella ocasión, Casa de América vistió su fachada de azul, en un claro guiño a una de las grandes obras del poeta nicaragüense, Azul, y el balcón principal lució un lienzo en el que podía leerse un verso en el que se habla de la relación entre América y España: “Mientras el mundo aliente, mientras la esfera gire”. “Tuvimos miles de seguidores en toda América. Fue un gesto que se apreció muchísimo”, recuerda Miralles, al tiempo que añade: “Y eso es algo que nos gusta mucho porque es precisamente lo que estamos haciendo: recordar a América Latina que les queremos y que pensamos en ellos constantemente”.
A Miralles la persona que más le ha impactado es John H. Elliot. El hispanista británico visitó Casa de América en noviembre de 2015. El Premio Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales en 1996, que comenzó su intervención con un rotundo “sin España no se entiende la Historia de América y sin América no se comprende la Historia de España”, fue, para el director del consorcio, “una personalidad deslumbrante”.
Ahora, su apuesta personal es “celebrar como se merece nuestro 25º aniversario”. “Intentaremos contar con distintos ciclos y traer a grandes personalidades iberoamericanas. A mí, personalmente, me interesan mucho las reflexiones sobre dónde están América y Europa en este momento, qué está pasando. Es un momento histórico de cambio”, comenta. En su opinión, “los problemas que tenemos en España son muy parecidos a los que hay en América Latina” por la comunidad de valores e intereses “aunque estemos físicamente alejados”.
“Obsesión de España por América Latina”
Preguntado por el momento actual que atraviesan las relaciones entre ambas, Miralles defiende que a España siempre le ha caracterizado “su obsesión por América Latina”. “Y ahora que celebramos nuestros 25 años, hay que recordar que fue entonces cuando se crearon las cumbres iberoamericanas y se definió una sólida política iberoamericana, que yo creo que ha marcado la política exterior española. España ha sido siempre, y lo seguirá siendo, la defensora de Iberoamérica en Europa”. De hecho, asegura que “siempre ha habido una clarísima estrategia hacia América Latina de todos los gobiernos españoles, también en el ámbito económico y empresarial”. Y sentencia al respecto: “La relación con América es privilegiada y, sin América, España no sería lo que es”.
«En Casa de América hay muchísimas actividades porque América Latina importa mucho en España»
Lo dice convencido. Tras estar destinado en las representaciones diplomáticas de España en Corea, El Salvador (donde nació su primer hijo), Alemania, Túnez y Países Bajos, y desempeñar el cargo de embajador español en Mozambique desde 2012 hasta 2015, Miralles también trabajó varios años en la Secretaría de Estado de Cooperación y para Iberoamérica. “Conocí de cerca los países latinoamericanos. Todo ello me dio una visión de qué interesa en la política exterior española y me ha permitido marcar áreas de prioridad. Soy un convencido de que donde tenemos más capacidad de acción, más penetración empresarial, personal y diplomática, y también donde es más divertido jugar, es en América Latina”. Por eso, dice, “es un privilegio estar en esta Casa”.
No obstante, lamenta las restricciones de presupuesto que vienen sufriendo: “No nos deja hacer tanto como querríamos hacer. Pero también hemos aprendido que se puede hacer mucho con pocos medios aplicando muchas ganas y buena voluntad”. Aunque señala que “la ventaja de tener poco es que sabes sacar agua de las piedras”, Miralles recalca que le gustaría contar con más medios para “traer a mucha más gente” o recuperar, por ejemplo, las artes escénicas. Y es que América Latina, concluye, “importa mucho” en España.