Redacción (ALN).- La agencia de calificación crediticia tira de las orejas a la entidad que preside Emilio Saracho. Moody’s considera que los problemas de solvencia del banco obligan a reducir de forma “acelerada” los activos no productivos del banco, que suponen el 25% del balance.
La agencia de calificación crediticia Moody’s entiende que Banco Popular no dispone del tiempo necesario para esperar a que la recuperación del sector inmobiliario en España impacte de forma positiva sobre la calidad de los activos inmobiliarios de que dispone en cartera. De hecho, la calificadora de crédito considera que los problemas de solvencia de la entidad que preside Emilio Saracho obligan a reducir de forma “acelerada” sus activos no productivos, según publica Europa Press y tal como también explicaron al diario ALnavío distintos analistas financieros.
“La recuperación del mercado inmobiliario es un factor positivo para los bancos que están más expuestos al sector”, comentó al respecto la vicepresidenta adjunta y analista de Moody’s María Viñuela. No obstante, la experta apunta que la recuperación del mercado de la vivienda se irá materializando “a lo largo del tiempo”, por lo que reitera que Popular se encuentra “bajo presión” para mejorar su solvencia y acelerar la reducción de activos no productivos en un plazo de tiempo “más corto”.
Moody’s entiende que Popular no dispone del tiempo necesario para esperar a la recuperación del sector inmobiliario
La entidad, a la que Moody’s degradó el rating hasta B1 el pasado mes de abril, dispone de activos improductivos por un importe de 37.000 millones de euros (41.400 millones de dólares). Es decir, el 25% de su balance. La mayoría están relacionados con el sector inmobiliario, uno de los principales aspectos que le restan valor en una posible operación corporativa y que le volvió a llevar a pérdidas en el primer trimestre de 2017.
Banco Popular, que se encuentra actualmente analizando todas las opciones estratégicas a su alcance, dispone aún de algo más de dos semanas para decidir si sigue adelante con el proceso de venta, quién o quiénes se repartirán el pastel, y para adoptar una decisión al respecto. Antes de ese 10 de junio está otra cita interesante para la entidad: el próximo 31 de mayo el grupo celebra un nuevo consejo ordinario, donde podrá evaluar las opciones de venta.
Por el momento, Popular no ha recibido ninguna propuesta concreta firme ni ha asumido ningún compromiso, por lo que se sigue sin descartar por completo una ampliación de capital, según apunta Europa Press y tal como anunció Saracho durante la última junta general de accionistas.
Entre las fortalezas de Popular que podrían atraer a los potenciales compradores (Bankia, Santander, BBVA y CaixaBank) se encuentran su franquicia y su negocio de pymes, en el que la entidad es la primera en el sector con una cuota próxima al 18%.