Redacción (ALN).- El Jardín Botánico de Montevideo cumple 115 años. Cuenta con más de 300 arbustos y árboles nativos de Uruguay. Pero no solo presume de flora, también de fauna.
Quinceañero de un siglo. Se trata del Jardín Botánico de Montevideo, capital de Uruguay. De allí la exposición de fotografías. Todo un recorrido en 20 imágenes que muestran los 115 años de un lugar clave en esta apacible y segura ciudad de América del Sur. De “espacio único”, habla el diario El País. Y es que “el Jardín Botánico es un paseo, un museo, una institución, con tres áreas: el parque temático, que invita a la recreación y el esparcimiento; un centro de divulgación de conocimientos relacionados con la botánica y ciencias afines (cuya meta es llegar a todas las personas con algún interés por la temática); y un centro de investigación que genera nuevos conocimientos a difundir en la comunidad científica mundial”.
Más de 300 especies forman parte de la colección. Pero falta: “en el herbario, en efecto, hay muestras de plantas acondicionadas, identificadas y accesibles para su consulta. Son verdaderos documentos originales y únicos de la biodiversidad vegetal del país y la región, del pasado y del presente, como explican los técnicos que allí trabajan”. Y está también “el invernáculo, con su estructura procedente de Francia a comienzos del siglo XX, y con su colección de plantas tropicales y subtropicales, como helechos, palmeras, orquídeas, aráceas, bromelias y palos de agua que crecen gracias a un ambiente saturado de humedad y una temperatura promedio de 20° C en todo el año”.
Si faltaba poco, hay que sumar la propuesta del reino animal. Esta historia, reseña el periódico, comienza “el 17 de abril de 1902”, cuando “la Junta Económico Administrativa aprobó la iniciativa de su presidente, Juan Heguy, para crear una institución cuyo cometido sería desarrollar y transmitir el conocimiento de las plantas en el sentido más amplio y dar preferencia a las plantas indígenas, “cuidando de que por medio de canje se enriquezca el establecimiento con ejemplares aclimatables bajo nuestro cielo”. El espacio se extiende por “más de 13 hectáreas. Entre 1979 y 1980 se realizaron importantes trabajos de remodelación de edificios y caminería; a partir de 2003 se implementó un moderno sistema de drenajes subterráneos. Atilio Lombardo estuvo al frente de la dirección entre 1941 y 1973. Debido a esa gestión, el Botánico lleva su nombre”.