(EFE).- El cuerpo del tiburón que el pasado jueves acabó con la vida de un ciudadano ruso en una playa de Hurgada, una ciudad balneario egipcia a orillas del mar Rojo, se exhibirá en el Museo de Oceanografía de la misma localidad tras la investigación realizada para averiguar los motivos del ataque.
El director del Instituto Nacional de Oceanografía y Pesca, Amr Zakaria Hammuda, dijo hoy en declaraciones a medios locales que el tiburón tigre fue «momificado tras hacer una necropsia» por científicos del citado organismo y anunció que «se colocará en el Museo de Oceanografía, en Hurgada», tras «la finalización de las investigaciones para averiguar los motivos del ataque».
Hammuda señaló que el tiburón murió durante la redada de los pescadores después del ataque al ciudadano ruso, residente permanente en Egipto y no turista, según confirmó el consulado ruso.
La parte superior del cuerpo del joven identificado como Vladímir Popov, de 23 años, fue encontrada dentro del estómago del tiburón, informaron los medios.
«Si el Instituto hubiera sido informado de la captura del tiburón de Hurgada por parte de los pescadores, se habrían tomado medidas preliminares para preservarlo», declaró el director del organismo oceanográfico, quien añadió que «se suponía que se realizaría una investigación sobre el ejemplar y posteriormente se entregaría al Departamento de Medio Ambiente para devolverlo al mar».
También detalló que el Instituto de Ciencias Marinas y Pesca de Hurgada recibió, en la madrugada del pasado viernes, al tiburón tras ser capturado, y el equipo de este centro examinó al pez y recopiló toda la información necesaria para determinar las posibles causas del ataque.
Hammuda destacó que «los tiburones no se alimentan de carne humana» e indicó que cualquier cambio en este comportamiento es «accidental», si bien añadió que «hay cambios en el comportamiento animal en todo el mundo», lo que apuntó como razón del ataque del tiburón al ciudadano ruso.
Asimismo, el titular del Instituto Nacional de Oceanografía y Pesca recordó, en declaraciones en programas de televisión, que en el último año solo ocurrió un incidente de ataque de tiburón en Egipto.
En este sentido, aclaró que esta no es una media promedio y subrayó que «el último caso que ocurrió en Egipto fue hace un año en Sahl Hashesh» cuando «hay países con 40 ataques de tiburones al año», en referencia a Estados Unidos.
En julio del año pasado, las autoridades egipcias confirmaron la muerte de dos mujeres por el ataque de un tiburón en la ciudad balneario de Sahl Hashesh, en el mar Rojo, mientras practicaban esnórquel.
Los ataques de tiburones han sido relativamente raros en la región costera del mar Rojo en los últimos años, una zona que es un paraíso para los buceadores de todo el mundo por sus aguas cálidas y transparentes llenas de vida acuática.
Egipto depende del turismo para apuntalar su economía y tiene en el mar Rojo un polo de atracción para miles de turistas, en su mayoría procedentes de Rusia o países del este europeo.