Redacción (ALN).- Miles de personas en todo el mundo están haciendo una impensada regresión tecnológica: se están pasando a los “teléfonos tontos”, aquellos que no son compatibles con la mayoría de las aplicaciones, como una forma de escapar a las redes sociales.
La tendencia refleja un claro deseo de reducir el tiempo frente a las pantallas, que en algunos casos puede llegar a ser excesivo.
De acuerdo con los expertos, hay varios efectos negativos asociados a la adicción a las redes sociales y la constante conexión al mundo digital, como la ansiedad, la depresión y el FOMO (miedo a perderse algo).
Los minoristas de “teléfonos tontos”, como Dumbwireless, están presenciando un aumento en las ventas porque los clientes buscan una experiencia móvil más simplificada y libre de distracciones.
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