Leticia Núñez (ALN).- La policía y el Ejército deben hacer valer su fuerza para detener las atrocidades y combatir a los francotiradores. Lo dice Alfredo Rodríguez, director del Máster en Políticas Públicas de Seguridad en la Universidad Camilo José Cela. En declaraciones al diario ALnavío, sostiene que Ortega “nunca ha creído en el diálogo” y que su salida del poder será obligada.
No tiene una bola de cristal. Pero Alfredo Rodríguez, director del Máster en Políticas Públicas de Seguridad en la Universidad Camilo José Cela (Madrid), vaticina que el fin de la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo está próximo. “Tardará unas semanas”, dice en esta entrevista con el diario ALnavío.
Recuerda que Ortega ha perdido el apoyo de la ciudadanía, de la Iglesia y de los empresarios. Además, el Ejército rechazó participar en la represión que desde el pasado 18 de abril ha causado 127 muertos, según datos del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh). Por ello, el experto considera que Ortega tiene que dimitir. “Sin duda”, asegura.
En su opinión, el mandatario “nunca ha creído en el diálogo, así que esa no es la salida a su mandato. Será una salida obligada”. En este sentido, apunta que la presión social “hará que el matrimonio acabe dejando el poder y negociando un lugar donde vivir alejados del peso de la ley”.
– Tras casi dos meses de protestas, ¿tiene que dimitir Daniel Ortega?
– Sin duda. Ha perdido el apoyo de la ciudadanía, de la Iglesia, de los empresarios y de la clase política. Ortega perdió hace tiempo el contacto con esa Nicaragua a la que dice amar y, ahora, la está masacrando.
“Ortega nunca ha creído en el diálogo, así que no es esa la salida a su mandato”
– ¿Todas las opciones de solución pacífica a la crisis pasan por la salida de Ortega y Murillo?
– Sin duda. Mientras la pareja siga gobernando el país, la paz será imposible. Especialmente, la vicepresidenta de la República, de quien desde hace tiempo se dice que es la verdadera mandataria del país, y que Ortega es su brazo ejecutor.
– ¿Hasta qué punto queda debilitado Ortega por el rechazo del Ejército a participar en la represión?
– La pérdida de confianza del Ejército, es decir, de las Fuerzas Armadas, es crucial. Significa la pérdida de uno de sus principales apoyos.
– ¿Puede haber borrón y cuenta nueva? Es decir, ¿ve probable que el Gobierno se mantenga en el poder ofreciendo concesiones al sector privado?
– No lo creo. Está suficientemente desgastado y las represiones sangrientas de manifestaciones no son más que una salida hacia adelante. En el mandato anterior, Ortega prefirió no enfrentarse al sector privado y estableció una sociedad, un apoyo mutuo que se tradujo en beneficios tanto para el empresariado como para el Gobierno. Su falta de apoyo actual parece definitiva hasta una solución democrática posterior.
– Empresarios, Iglesia y estudiantes están contra Ortega. ¿Es un momento histórico?
– Lo es. Como dije antes, contaba con el apoyo de estos sectores, pero hoy lo ha perdido y eso es una novedad en Nicaragua.
– ¿Qué más hace falta para que deje el poder?
– Ortega nunca ha creído en el diálogo, así que no es esa la salida a su mandato. Será una salida obligada. En mi opinión, el Ejército y la Policía son un instrumento de presión. Sin su apoyo, la dictadura se vendrá abajo. Además, la presión social y de los movimientos juveniles, junto con el resto de la sociedad civil, hará que el matrimonio acabe dejando el poder y negociando un lugar donde vivir alejados del peso de la ley.
– ¿Qué similitudes y qué diferencias ve entre la situación actual en Nicaragua y la de Venezuela en 2017?
– Dice un refrán que las comparaciones son odiosas, pero en este caso, hay algunos paralelismos. Ideologías marxistas populistas, que han ido de la mano, junto con Cuba y otros gobernantes de la región. Entre la violencia política que se generó de forma generalizada en Nicaragua el 18 de abril y la que se produjo en Venezuela de abril a julio del pasado año, hay elementos coincidentes, como el levantamiento del movimiento juvenil, la rumorología, francotiradores para reprimir las manifestaciones y grupos armados para alentar las revueltas.
– ¿A Daniel Ortega sólo le queda el apoyo internacional de Nicolás Maduro?
– No puede tener más apoyo que el de Nicolás Maduro y, en silencio al menos, el del régimen cubano, que ven en la oposición la culpable de los males de Nicaragua.
– Distintos organismos internacionales, como la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, han denunciado las “atrocidades” del régimen de Ortega. Ya van 127 muertos. ¿Cómo se puede detener tan sangrienta represión?
– La policía y el Ejército deben hacer valer su fuerza para detener estas atrocidades y combatir a los grupos armados y a los francotiradores.
– ¿Tiene el régimen de Ortega los días contados?
– En mi opinión, aún tardará unas semanas, pero estimo que es el fin de la dictadura de Ortega y Murillo.