(EFE).- El Congreso del estado de Míchigan (EE.UU.) aprobó un proyecto de ley que revoca la prohibición estatal al aborto que databa de 1931 y que castigaba con hasta cuatro años al facultativo que efectuara esa interrupción voluntaria del embarazo a menos que la vida de la mujer estuviera en peligro.
El diario The Hill apuntó este viernes que esa normativa tiene pendiente ahora la firma de la gobernadora, la demócrata Gretchen Whitmer, para entrar en vigor.
La ley de 1931 se mantuvo inactiva durante décadas, después de que el Tribunal Supremo estadounidense autorizara el derecho al aborto a nivel federal en 1973 con su sentencia «Roe contra Wade».
No obstante, después de que esa máxima instancia judicial del país revocara el 24 de junio de 2022 su fallo del 73, se abrió el debate de nuevo sobre la vigencia de esa normativa estatal.
El pasado septiembre, el Tribunal de Apelación de Míchigan declaró inconstitucional esa prohibición penal del aborto de 1931 y emitió una orden judicial permanente que prohibía la aplicación de ese veto por parte del fiscal general y de los fiscales de condado.
Con su decisión, que entró en vigor de forma inmediata, la corte estatal reafirmó que el veto de 1931 era «plenamente inconstitucional porque su aplicación privaría a las mujeres embarazadas de su derecho a la integridad y autonomía corporales y a la igual protección bajo la ley».
Pero la normativa en cuestión no había sido eliminada todavía de la legislación estatal, algo que el voto del Congreso posibilita.
La delegación en Míchigan de Planned Parenthood, una organización que defiende una atención médica y reproductiva asequible de alta calidad en el país, celebró el paso dado por los legisladores en el Senado y la Cámara de Representantes locales.
«El aborto es atención sanitaria, y esta prohibición peligrosa y anticuada no tiene cabida en los libros de leyes de Michigan. Esperamos la firma de la gobernadora Gretchen Whitmer y una nueva era para los derechos reproductivos en Míchigan», dijo este viernes en una declaración enviada a EFE.
En Míchigan, en el medio oeste de Estados Unidos, sus ciudadanos se decantaron en las elecciones de medio mandato del pasado noviembre por incluir el derecho al aborto en la Constitución estatal de tal manera que quede blindado frente a futuros intentos conservadores de eliminarlo.
«Las elecciones de noviembre nos mostraron inequívocamente que los habitantes de Míchigan quieren la libertad de controlar sus propios cuerpos, vidas y futuros», añadió Planned Parenthood en su nota, donde agradeció que los legisladores «hayan actuado con rapidez para derogar la prohibición».
Desde la sentencia del Supremo de junio, esa organización señala que 18 estados han prohibido el aborto en EE.UU. o lo han restringido severamente, y en 13 de ellos el acceso a ese servicio es en la práctica imposible aunque haya excepciones.