Daniel Gómez (ALN).- El discurso inaugural de la alta comisionada para los Derechos Humanos de la ONU este martes en Madrid recordó al que hizo en septiembre en Ginebra. Porque habló de las migraciones globales, hizo énfasis en América Latina, pero ignoró los problemas de Venezuela y Nicaragua.
“En cada lugar de la tierra hay derechos violados”, recuerda Michelle Bachelet, alta comisionada de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas, este martes en un acto en Madrid.
Para la expresidenta de Chile, nadie se salva. Ni siquiera Europa, apunta. “Todos los países tienen desafío en términos de libertad de expresión, derechos humanos…”. Lo dice no como una crítica, sino como un llamamiento de humildad. Que en esto de los derechos humanos nadie está por encima de nadie.
Como máxima, Bachelet apunta que “la mayoría de los conflictos tienen que ver con la desigualdad”. Y pone de ejemplo Latinoamérica. Sin detenerse en ningún caso concreto en la explosión inaugural, alerta “de denuncias permanentes de limitaciones sobre algunos derechos” en la región, así como “migraciones muy importantes”.
De lo primero apunta que en las Naciones Unidas reciben todo tipo de denuncias de todo tipo de sectores. “Denuncias del espacio cívico, del área de los derechos a las mujeres, de los pueblos indígenas, de la comunidad LGTBI”, enumera.
Respecto a las migraciones apuntó que son “una dificultad real”. Y apuntó las de “Centroamérica hacia Estados Unidos. Las de América Central hacia América del Sur. Y las de Suramérica al resto de la región”.
No se detuvo en ningún caso concreto. Ni citó al éxodo masivo de venezolanos. Ni a la incipiente huida de nicaragüenses. Ni al goteo continuo e histórico de salvadoreños, hondureños y guatemaltecos hacia EEUU.
Esto recuerda lo que ocurrió en septiembre en Ginebra, cuando la alta comisionada omitió en su discurso los casos de Venezuela y Nicaragua. Entonces alegó cuestiones de tiempo, y remitió a los lectores a leer su discurso completo en la web de la ONU.
Lo que sí recuerda a lo sucedido a aquel día fue la alusión de Bachelet a los crímenes contra los rohinyá en Birmania. Este caso concreto sí que lo citó en Madrid.
Los desafíos de la Declaración Universal
Bachelet celebra en la Casa de América el 70 aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, y de paso, los 40 años de la Constitución española. En el acto estuvo acompañada por la vicepresidenta de España, Carmen Calvo, y por el ministro de Asuntos Exteriores, Josep Borell.
En su discurso, insistió en que el fin último de la Declaración de Derechos Humanos es “construir un mundo en paz y seguridad”. Agregó, que, pese a que los tiempos han cambiado, los fundamentos que reconoce el texto, siguen estando vigentes.
Y en este sentido, apuntó algunos desafíos, “como vencer el cambio climático, hacerse cargo de la inmigración”, y otras cuestiones relacionadas al mundo digital y la conquista del espacio.