María Rodríguez (ALN).- Este miércoles arranca la quinta ronda de negociaciones para modernizar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte. En ella participará Humberto Lozano Avilés, presidente de la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo de la Ciudad de México. En declaraciones al diario ALnavío, achaca a la incertidumbre por el tratado una pérdida millonaria de la inversión extranjera directa hacia México. Y recalca que en algunos sectores convendría no firmar la negociación resultante del TLCAN.
La quinta ronda de negociaciones sobre la renovación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) entre Estados Unidos, México y Canadá arranca este miércoles en territorio mexicano y se prolongará hasta el próximo 19 de noviembre. Fruto de la incertidumbre que generaron las primeras rondas, el país que preside Enrique Peña Nieto perdió 2.813 millones de dólares (aproximadamente 2.400 millones de euros) de inversión extranjera, según explica al diario ALnavío Humberto Lozano Avilés, presidente de la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo de la Ciudad de México. Lozano participó en el foro empresarial “Europa-Iberoamérica: retos ante el nuevo contexto de relaciones económicas globales”, celebrado este martes en la Cámara de Comercio de Madrid.
De esta forma, la inversión extranjera directa (IED) hacia México cerró el primer semestre de 2017 en 15.645 millones de dólares (13.300 millones de euros), resultado neto de restar a los 18.458 millones de dólares (15.700 millones de euros) -por concepto de flujos de entrada- los contabilizados como disminuciones de IED, que Lozano achaca a la renegociación del TLCAN.
Lozano: “Ya todo lo que tenía que salir del país producto de esta incertidumbre dadas las primeras rondas ha salido”
Preguntado por si la cifra de inversiones perdidas podría elevarse según como evolucionen las rondas de negociación que quedan (que podrían llegar hasta la ronda décima), Lozano lo niega: “Yo creo que hasta ahí llegamos. Ya todo lo que tenía que salir del país producto de esta incertidumbre dadas las primeras rondas ha salido, sobre todo en la industria automotriz”.
En este sentido, Lozano puntualiza: “Lo que vemos es que la industria automotriz, a pesar de que sólo dos marcas son las que han arrastrado estas salidas [Ford y GM], las demás han invertido alrededor de 16.000 millones de dólares (13.600 millones de euros). Entonces, la confianza en el país en términos generales ha crecido”.
El presidente de la Cámara de Comercio de la Ciudad de México participará en la quinta ronda, pero se incorporará en los últimos días por encontrarse actualmente en Europa. Es consciente de que “se han ido endureciendo más las negociaciones”, aunque por temas de confidencialidad no puede divulgar más detalles. No obstante, apunta que de las 25 mesas con temas específicos que se establecieron al inicio, siete ya terminaron, dos de ellas con un resultado “nada favorable” para México, especialmente en el ámbito de la micro y la pequeña empresa.
Es por ello que Lozano insiste en que, en algunos sectores, convendría no firmar la negociación resultante del TLCAN. Y va más allá: “La iniciativa privada en México somos conscientes y vemos la realidad de una posible no firma del TLCAN. Lo damos por acertado y nos ponemos a trabajar para que no afecte al país, cosa que hemos estado haciendo”.
Ahora bien, Lozano admite que si no se firma el acuerdo “la economía de México sufrirá los seis primeros meses”. Sin embargo, puntualiza que sería un mal menor, sobre todo porque están trabajando con esa posibilidad “dadas las situaciones extremas que se han puesto por parte de los EEUU”. Asimismo, asegura que firmar “pudiera ser incluso lo más conveniente para las empresas mexicanas”.
Lozano puntualiza que esos seis meses en los que se resentiría la economía del país no se verían reflejados en las cifras anualizadas. No obstante, según alertó el Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico de México (IDIC) y recoge el diario El Financiero, poner fin al TLCAN representaría para México un impacto negativo de entre 1,5% y 2,5% del Producto Interior Bruto (PIB) nacional, agravado por una mayor inflación y el retraso en implementar una política económica enfocada a fortalecer el mercado interno.
De no firmar el tratado, “la economía de México sufrirá los seis primeros meses”, apunta Lozano
A pesar de todas las reticencias, “creemos que se va a firmar porque es lo más conveniente para los tres países”, subraya Lozano y recuerda la vigorosa relación comercial entre EEUU, México y Canadá: “Comerciamos un millón de dólares por minuto entre los tres. Para cerca de la mitad de los estados de EEUU, México es su principal comprador, y si eso no impacta a EEUU pues ya no sabemos qué pudiera ser. Ellos mismos no tendrían la manera de sacar tantos productos al mercado mundial si se cierra la frontera con México o se grava y entonces otros países del mundo se vuelven más competitivos que los productos americanos”.
En definitiva, “estamos seguros de que también cada uno de los empresarios y gobernantes mexicanos y canadienses están deseosos de que se firme. Si no es así las economías de los tres países lo van a notar los primeros meses, pero son lo suficientemente vigorosas para encontrar nuevos caminos y abrir nuevas oportunidades al mundo”, zanja Lozano Avilés, antes de continuar su viaje unos días más por Europa (próxima parada: París) para impulsar la inversión extranjera hacia México.