Leticia Núñez (ALN).- Los analistas coinciden en que México vivirá una cita histórica. Tienen claro que están en juego “el proyecto de país, la credibilidad y la confianza en las instituciones y la credibilidad en la política”, tal como señalaron en un acto celebrado en la Casa de América en Madrid. Los mexicanos elegirán no sólo al próximo presidente de la República sino también a 500 diputados federales, 128 senadores y casi 1.900 alcaldes.
Dicen los analistas que es importante hablar de las elecciones y no de la elección que tendrá lugar el 1 de julio en México. En plural porque se elegirá al presidente de la República, a 500 diputados federales del Congreso y a 128 senadores. Por primera vez serán unos comicios nacionales en el sentido de que todo el país acudirá a las urnas no sólo por las elecciones federales sino también por las locales. Se eligen nueve gobernadores, en 27 de las 32 entidades del país se escogerán congresos estatales (585 diputados) y en 25 de esas 32 entidades también se nombrarán 1.596 ayuntamientos. En total, unos 18.000 cargos en una lista nominal de 90 millones de mexicanos.
Con estas cifras, los expertos tienen claro que “estamos ante las elecciones más grandes y complejas de la historia de México”, tal como señaló Carlos González, investigador de la Fundación Ortega y Gasset en México, en un acto celebrado este jueves en la Casa de América en Madrid. Después, Samuel Aguilar, analista político mexicano, agregó un calificativo más: “Son las más históricas para esta generación de mexicanos”.
En opinión de Aguilar, “está en juego el proyecto de país, también la credibilidad y la confianza en las instituciones. Aunque parezca muy abstracto, también está en juego la credibilidad en la política”. Es decir, está por verse si la política continúa siendo el instrumento para resolver los problemas.
“Vamos a unas elecciones donde se puede dar la reelección después de muchos años”
Se trata de unas elecciones que llegan en un contexto tanto nacional como internacional “muy complejo”. Por un lado, Aguilar sostuvo que hay una “gran irritación social, una especie de búsqueda de venganza social sobre personajes, sobre la clase política”. Algo que también compartió González. “Estamos ante un tsunami ciudadano. Ocupamos el último lugar en respaldo a la democracia, según el Latinobarómetro. El nivel de confianza hacia los partidos es de 4% y el 70% de las personas no sólo no confía en los partidos ni en las instituciones, sino que tampoco lo hace en otras personas”.
Dentro de esta desafección hacia la política por parte de los mexicanos, los analistas subrayaron otro elemento: la baja aprobación del presidente Enrique Peña Nieto. “El promedio de encuestas dice que tiene 26%. Con esa cifra no se tiene legitimidad”, indicó Aguilar. Mientras, González fue incluso más allá: “El clima del espacio público mexicano no está para volver a intentar a hacer lo de siempre y volver a decirnos que todo está bien cuando no lo está”.
Hay más. Los expertos también destacaron que el contexto interno viene marcado por quién está contra quién. Hay un enfrentamiento entre los partidarios y los detractores de Andrés Manuel López Obrador. “Al final lo que se presenta es si va a haber una continuidad del proyecto neoliberal o una ruptura. Si va a mantenerse la corrupción y su pareja la impunidad, si se va a dar la desconfianza en los partidos, si los candidatos independientes van a tener credibilidad…”, enumeró Aguilar.
Les comparto el discurso con motivo de mi registro ante el INE como candidato a la Presidencia de la República https://t.co/Y7xNGdnKSj
— Andrés Manuel (@lopezobrador_) 16 de marzo de 2018
Asimismo, el analista subrayó que es importante conocer el nivel educativo de los votantes, “para saber si vamos a una elección racional o a una emocional”. En el plano económico, recordó que el país tiene la inflación más alta de los últimos 11 años -6,77%- y el crecimiento económico “más bajo de los últimos años”, 2% en 2017.
Según los datos que ofreció Aguilar, hay 20,5 homicidios por cada 100.000 habitantes; cerca de 43,4 millones de pobres, de los cuales 9,5 millones viven en pobreza extrema, y apenas 1% de los mexicanos posee la tercera parte de toda la riqueza del país.
Aguilar no se olvidó tampoco del plano internacional, especialmente de Donald Trump. “No sabemos qué va a pasar con los temas que el presidente de EEUU nos tiene como espada de Damocles: los migrantes, el muro que quiere construir en la frontera y que quiere que paguemos los mexicanos y el tratado de libre comercio. Él está jugando a sus intereses y, sin duda, eso influye en el contexto nacional de México”, señaló al respecto.
“Se puede dar la reelección”
Por si fuera poco, tanto González como Aguilar apuntaron otro elemento inédito de cara a las elecciones del 1 de julio. “Vamos a los comicios más grandes de nuestra historia, pero vamos también a unas elecciones donde se puede dar la reelección después de muchos años. Ahora se podrá reelegir a un alcalde, a un diputado local y uno federal”.
“Tenemos una democracia de lejanía, a las personas nos resulta algo lejano, ausente e incluso incómodo”
Asimismo, otro elemento novedoso es que por primera vez hay candidatos que van en coaliciones mientras que hasta ahora cada partido presentaba a su líder. De cara a la elección presidencial, Andrés Manuel López Obrador concurre al frente de Juntos Haremos Historia, José Antonio Meade (PRI) lo hace con Todos por México y Ricardo Anaya (PAN) con Por México al Frente. Aguilar también especificó que por primera vez va a haber una candidata independiente a la Presidencia, Margarita Zavala.
No obstante, conviene señalar que estas coaliciones varían según cada elección. Es decir, habrá fuerzas que vayan juntas a los comicios presidenciales, pero en alianzas distintas para las elecciones a gobernadores y solas, por ejemplo, en las locales. “De ahí la complejidad”, insistieron los expertos.
Con todos estos elementos, González afirmó que el país se encuentra “ante la necesidad de repensar nuestra democracia. Tenemos una democracia de lejanía. A las personas nos resulta algo lejano, ausente e, incluso, incómodo. Lo vemos de lejos y de fuera, lo que es necesario es generar un proceso más de incidencia pública que permita a la gente apropiarse del espacio público, con una democracia representativa, de proximidad”, concluyó.