Nelson Rivera (ALN).- De continuar el ritmo actual de destrucción, en 20 años la región amazónica se reducirá a menos de la mitad de lo que es hoy. Algunas cifras son necesarias para mostrar al lector la gravedad de la crisis en curso. En 1990, la superficie amazónica sobrepasaba los siete millones de hectáreas. Hoy, apenas 30 años después, no alcanza los 5,5 millones de hectáreas. Si la deforestación se mantuviera a la vertiginosa velocidad que ha alcanzado este 2020, hacia el 2040 el que ha sido llamado el pulmón del planeta, apenas sobrepasaría los 2,5 millones de hectáreas. El más grande sistema de control de CO2 de la Tierra entraría así en fase de declive. Los impactos que esto tendría sobre el clima, y las vidas de millones de humanos y millones de especies, serían catastróficos.