(EFE).- El cuasi colapso total del sistema sanitario en la Franja de Gaza, devastada tras más de 200 días de guerra con Israel y más de 34.400 muertos; además de la escasez de agua potable, el hacinamiento y la falta de medicamentos hacen que muchos gazatíes se mueran por enfermedades fácilmente tratables.
“¿Cuántos niños han muerto ya de neumonía en hospitales desbordados?”, se pregunta Mari Carmen Viñoles, responsable de la Unidad de Emergencia de Médicos Sin Fronteras, organización presente en el enclave palestino y que este lunes publica un informe titulado: ‘Muertes silenciosas’.
“¿Y las consecuencias mortales del cierre de las unidades de diálisis renal en los hospitales atacados? Estas son las muertes silenciosas de Gaza de las que no se informa”, añade Viñoles.
Según el informe, basado en datos médicos y testimonios de pacientes, las condiciones de vida actuales en Rafah, donde se refugia más de un millón de palestinos desplazados, no son propicias para la supervivencia.
Hay una escasez «desesperada» de agua potable para beber o lavarse, mientras que la basura y las aguas residuales sin tratar se acumulan. En sólo dos de los centros de atención primaria, en las zonas de Al Shaboura y Al Mawasi, MSF dice haber atendido a una media de 5.000 consultas médicas semanales; más del 40 % de pacientes con infecciones de las vías respiratorias superiores.
Además, la organización denuncia «un número creciente de casos sospechosos de hepatitis A», y entre enero y marzo de 2024, haber tratado a 216 niños menores de 5 años por desnutrición aguda moderada o grave, un diagnóstico inexistente antes de la guerra.
Según los últimos datos de la ONU y del Gobierno gazatí, solo once de 35 hospitales del enclave funcionan de forma parcial, mientras que el 83 % de los pozos acuíferos ya no están operativos. Además, los principales centros médicos de la Franja como el Hospital de Al Shifa (norte) o el de Naser (sur) se encuentran paralizados después de la toma y asedio israelí.
Según Save the Children y la Organización Mundial de la Salud, se han producido al menos 435 ataques contra instalaciones o personal sanitario en toda Gaza en seis meses, lo que equivale a casi 73 ataques mensuales, la mayor tasa que la de cualquier otro conflicto reciente.
Sylvain Groulx, coordinador de Emergencias de MSF, explica que el personal médico palestino podría tratar a más enfermos y heridos si pudiera trabajar en condiciones que les permitieran salvar vidas. Pero «sin un alto el fuego inmediato y duradero y la entrada de una ayuda humanitaria significativa, seguiremos viendo morir a más personas”, lamenta.