María Rodríguez (ALN).- Bolivia está de moda, y no sólo por las inversiones para el Tren Bioceánico. La ciudad de Sucre, en el centro del país, acoge hasta el 29 de septiembre a más de 900 artistas internacionales de la música, la danza, el cine y la literatura. Celebran el Festival Internacional de la Cultura, dedicando esta edición a los 200 años de la Independencia del país. En la muestra se proyectará una decena de películas españolas, entre ellas La Novia, una adaptación de la célebre obra teatral de Federico García Lorca, Bodas de Sangre.
Más de 900 artistas procedentes de 11 países participan en la vigésima edición del Festival Internacional de la Cultura (FIC) de la ciudad de Sucre, en el centro de Bolivia. Música, artes escénicas, audiovisuales, literatura, pensamiento, cine, artes plásticas y talleres formativos es el variado menú de un festival que este año también quiere conmemorar los 200 años de la Independencia de Bolivia (aunque no se cumplen hasta 2025). De ahí que su lema sea “Celebremos el Bicentenario”.
El Festival arrancó este miércoles y se desarrollará hasta el 29 de septiembre. En la presentación, Jaime Robles, director de Cultura de Sucre, insistió precisamente en que el objetivo del FIC 2018 es constituirse en el brazo cultural de la celebración del bicentenario, pero también en posicionar a Sucre como una ciudad con perfil internacional, tal como recoge la prensa boliviana.
Los artistas invitados proceden de Argentina, México, Perú, Togo, Senegal, Japón, Cuba, España, Italia, Uruguay y, obviamente, Bolivia
“En 2025, el FIC espera ser el Festival de los Festivales del Bicentenario, el espacio donde se abracen las culturas, donde se evidencien los aportes de nuestras diferencias y el orgullo de ser bolivianos y latinoamericanos”, subraya Iván Jorge Arciénega, alcalde de Sucre, en una carta adjunta al programa de actividades.
Los artistas invitados proceden de Argentina, México, Perú, Togo, Senegal, Japón, Cuba, España, Italia, Uruguay y, obviamente, Bolivia.
Y es que Bolivia está de moda. En el plano cultural pero también en el empresarial con el Tren Bioceánico. Un proyecto de 10.000 millones de dólares que enlazará Brasil con Perú y atravesará toda Bolivia. Ya en 2017, Alemania, junto a Suiza, mostró interés en financiar el proyecto. Luego hicieron lo propio Reino Unido y España. Esta última se incorporó como inversor cuando el presidente Pedro Sánchez visitó Bolivia en agosto. Se prevé que la canciller alemana Angela Merkel viaje al país en noviembre. Al menos la invitación por parte de Evo Morales ya la tiene (Leer más: Angela Merkel hace más negocios con Evo Morales que con ningún otro presidente latinoamericano).
España proyectará una decena de películas
El papel de España en el festival se reserva al ámbito puramente cinematográfico. A lo largo del evento se proyectará una docena de películas españolas, entre ellas la premiada con dos Goyas La Novia, dirigida por Paula Ortiz. Esta cinta es una adaptación de la obra teatral de Federico García Lorca, Bodas de sangre.
También se proyectarán otras películas vinculadas a la figura de Don Quijote, creado por el español más universal, Miguel de Cervantes. Se trata de las cintas La tropa de trapo en la selva del arcoíris, de Álex Colls, y Donkey Xote, de José Pozo. Ambas son películas de animación dirigidas al público infantil.
La primera cuenta la historia de Don Quijote, pero desde un punto de vista diferente. No como un loco, sino como un hombre inteligente, apasionado y entusiasta. Calificativos que, por cierto, no tienen por qué estar reñidos con la locura quijotesca. Donkey Xote, por su parte, se centra más en las aventuras del hidalgo y de su fiel escudero, Sancho Panza, contadas por un burro.
Otras películas españolas que se proyectarán en la muestra son En el mundo a cada rato, Felices 140, Sueños de Sal, Todos están muertos, Atrapa la bandera y Un día vi 10.000 elefantes.
El festival también organiza talleres musicales para la práctica del saxofón, bajo, batería, teclado, quena (flauta de caña), charango (guitarra pequeña), etc. Además, se incluye un encuentro internacional de poesía; talleres de escritura dramática y edición poética; y exhibiciones de danza folclórica internacional, sobre todo de artistas de México, Argentina, Togo y Perú.
Ya lo anticipa la organización en el programa de actividades. El Festival Internacional de la Cultura de Sucre se presenta este año como un punto de encuentro para actuar, danzar, transgredir, vibrar, sentir, admirar, transformar, apreciar el arte en movimiento, reflexionar, imaginar, volar, soñar, pensar y viajar. También para crear, jugar y aprender. Para sembrar, compartir e imaginar nuevos futuros. Y para recordar a los mayores. En definitiva, una fiesta para acercar pueblos, integrarlos y democratizar así la cultura.