Nelson Rivera (ALN).- Lo que aporta América Latina a las proyecciones de la lengua es clave: una tasa de crecimiento poblacional que supera la de China y la de los países anglosajones. Las proyecciones indican que, en el 2050, más de 8% de la población del planeta hablará español. Ahora mismo, 6,4% del PIB mundial proviene de los países hispanohablantes. Hacia el 2050, de acuerdo a proyecciones de CEPAL, podría alcanzar el 9%.
El pasado mes de marzo, la página web de la Real Academia de la Lengua -RAE- recibió más de 80 millones de consultas, de acuerdo a lo señalado por su presidente, Darío Villanueva. La significación de ese dato es múltiple: habla de la vigencia renovada que la institución, creada en 1713, tiene ahora mismo; habla del interés de los hispanohablantes por hacer un buen uso de su lengua; habla del poder de internet para comunicar a los potenciales usuarios con las organizaciones que pueden dar respuesta a sus necesidades.
Atrás ha quedado la imagen de la RAE como una organización docta y vetusta, casi autoritaria, dedicada a normar la lengua. Su personalidad hoy es la de una estructura de servicios: el diccionario digital es apenas uno, entre muchos, de los productos que la academia ofrece a los lectores. La sola existencia del Diccionario de americanismos, publicado en 2010 y que reúne 70.000 voces, es sintomática de los tiempos: se trata de una magnífica recopilación, realizada por las 22 academias del continente, que forman parte de la Asociación de Academias de la Lengua -ASALE-, actualmente bajo la coordinación del lexicógrafo y ensayista venezolano Francisco Javier Pérez.
Estas perspectivas plantean una serie de preguntas y oportunidades para todos aquellos que comprendan que la lengua es también un ámbito de políticas públicas y negocios
Quien visite la página web de la RAE y la revise con detenimiento se sorprenderá: da cuenta de una amplia maquinaria en movimiento. Ediciones dedicadas a la gramática, a las dudas y a la ortografía; congresos y talleres; ofertas educativas e información sobre efemérides fundamentales -como el IV centenario de Miguel de Cervantes-; un servicio de consultas lingüísticas que puede hacerse por correo electrónico o por Twitter, tales son algunos de los servicios disponibles, reflejo del vibrante estado de la lengua en el mundo.
Cada vez más hispanohablantes
El Instituto Cervantes estima que los hispanohablantes suman alrededor de 559 millones de personas. Ello incluye a quienes tienen al español como lengua nativa, como segunda lengua, como lengua de trabajo o estudio y a quienes la estudian -más de 20 millones de jóvenes están aprendiendo español en 106 países-. De la relación irremplazable entre demografía y lengua, cabe esperar que, de ahora al 2050, el número de hispanohablantes continuará aumentando. La proyección de la CEPAL para el 2050, es que los latinoamericanos serán casi 780 millones, es decir, 150 millones más que hoy.
Inmediatamente después del mandarín, la lengua predominante en la populosa China, el español es la segunda lengua materna del planeta y, también, la segunda en cifras totales. En Estados Unidos, el número de hispanohablantes impresiona: más de 45 millones. La distribución geográfica del español también contiene novedades. Algunos ejemplos: en Japón los hispanohablantes superan los 100.000. En Israel hay más de 130.000, 124.000 en Suiza, 175.000 en Argelia, 165.000 en la pequeña Belice. En la Unión Europea, sin incluir a los españoles, casi un millón y medio. Y quizás el dato más llamativo: más de 800.000 en Guinea Ecuatorial, país ubicado en África Central.
Negocios en perspectiva
Lo que aporta América Latina a las proyecciones de la lengua es clave: una tasa de crecimiento poblacional que supera la de China y la de los países anglosajones. Las proyecciones indican que, en el 2050, más de 8% de la población del planeta hablará español. Ahora mismo, 6,4% del PIB mundial proviene de los países hispanohablantes. Hacia el 2050, de acuerdo a proyecciones de CEPAL, podría alcanzar el 9%.
El español ya es la segunda lengua más utilizada en las dos principales redes sociales, Facebook y Twitter
Estas perspectivas plantean una serie de preguntas y oportunidades para todos aquellos que comprendan que la lengua es también un ámbito de políticas públicas y negocios. Cifras de hoy y estimaciones, algunas de las cuales las aporta el propio Instituto Cervantes, son categóricas: Más de 76% del poder de compra de la región de Norteamérica –Canadá, Estados Unidos y México– es hispanohablante. Otro síntoma inequívoco: el español ya es la segunda lengua más utilizada en las dos principales redes sociales, Facebook y Twitter.
Editoriales, casas productoras de contenidos educativos o de entretenimiento, empresas que patentan métodos pedagógicos y videojuegos, empresas de producción musical y mucho más, tienen en el foco a América Latina, mercado con notables perspectivas de crecimiento demográfico y económico para las próximas tres décadas, a pesar de los enormes problemas sociales y políticos que todavía persisten en la región.