Daniel Gómez (ALN).- Parece que la vacuna contra el coronavirus comienza a ser una realidad. Cada vez más empresas y laboratorios comunican los avances y elevados niveles de efectividad de sus antídotos. Por eso países e instituciones se ponen manos a la obra. Queda por delante una tarea logística descomunal. Por lo complejo, y lo caro, tal como recuerda el subdirector de la Organización Panamericana de la Salud, Jarbas Barbosa.
“Sabemos que entregar una vacuna será desafiante y costoso”, dijo este miércoles en una rueda de prensa el doctor Jarbas Barbosa, subdirector de la Organización Panamericana de la Salud.
Tan costoso que vacunar “al 20% de la población de América Latina y el Caribe costará más de 2.000 millones de dólares”, precisó Barbosa citando las últimas proyecciones para Latinoamérica del Mecanismo Covax, un organismo de Naciones Unidas que vela por que la vacuna del coronavirus llegue a todos los países del mundo.
La lucha contra la pandemia entra en una nueva fase luego de que firmas como Pfizer y Moderna, e incluso el Fondo Ruso para la Inversión y el Desarrollo, hayan comunicado en los últimos días que sus vacunas tienen una efectividad mayor al 90%. Como contraste vale decir que la efectividad de la vacuna contra la gripe no supera el 50%.
Estando la vacuna contra el coronavirus en la fase final de desarrollo, es momento de pensar en la distribución. Será todo un desafío logístico. Habrá que mover millones, incluso miles de millones de pedidos. Al volumen se suma que el transporte de la vacuna no es como un paquete de Amazon que se puede mover de cualquier manera en un avión. Por ejemplo, es importante saber que los antídotos se conservan en frío extremo, para lo que hacen falta congeladores especializados. La de Pfizer exige una temperatura de -70º. La de Moderna -20º, aunque esta última es una temperatura que podría lograr un congelador convencional.
La tarea es heroica, pero no imposible. Sólo hace falta dinero para financiar toda la logística necesaria. Por eso el subdirector de la Organización Panamericana de la Salud dijo que, aunque las cifras que se barajan son “altas”, invertir en vacunas “es una decisión inteligente y necesaria”.
¿Pero qué harán los países que no tengan dinero? Latinoamérica es la zona más golpeada por el coronavirus en el mundo, no sólo a nivel sanitario, sino también económico. El PIB de la región caerá 8,1% y no recuperará los niveles pre-crisis hasta al menos en 2025, según el Fondo Monetario Internacional. También se acaba de conocer a través del Banco Interamericano de Desarrollo que las exportaciones de Latinoamérica cayeron 16% en los primeros seis meses de 2020, lo que representa una importante merma en la cuenta de resultados de los países de la región.
Entonces, ¿qué harán los países de Latinoamérica que no puedan costearse una vacuna?
Jarbas Barbosa afirmó que “la Organización Panamericana de la Salud apoyará a los países para enfrentar los desafíos y el costo de una futura vacuna”.
El organismo, con el apoyo de la agencia para la infancia de la ONU, Unicef, ha iniciado la compra de vacunas para el coronavirus. Quieren 2.000 millones de dosis para apoyar especialmente a los sectores vulnerables y trabajadores de primera línea.
En paralelo, la Organización Panamericana de la Salud se asoció con el BID, la Unión Europea y otras instituciones financieras para garantizar la financiación necesaria de los países con menores ingresos.
“Los países de las Américas que se autofinancien y que participen en el Mecanismo Covax tendrán la opción de comprar la vacuna a través del Fondo Rotatorio de la Organización Panamericana de la Salud, lo que acelerará el acceso: han estado utilizando este mecanismo durante años y han adaptado sus leyes y reglamentos”, agregó Barbosa.