Redacción (ALN).- En la década de 1970 y en medio de las presiones por la alta inflación a nivel mundial, la compañía Disney desarrolló un cortometraje para explicar lo que era la “ilusión monetaria” que producía la emisión de dinero sin respaldo.
Disney utilizó a su famoso personaje “Ludwing Von Pato”, abiertamente inspirado en el economista libertario Ludwig von Mises; uno de los máximos exponentes de la escuela austríaca de la economía y un acérrimo defensor del libre mercado.
Del mismo modo en que sucede en la vida real, Disney caricaturizó el efecto de una creciente cantidad de dinero persiguiendo la misma cantidad de bienes. Y hasta el punto de parodiar una hiperinflación.
Para los infantes de la época la representación fue increíblemente ilustrativa. Pero para los economistas de la actualidad, especialmente para los dirigentes de gobiernos latinoamericanos, parece algo todavía extremadamente difícil de comprender.
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A partir de la década de 1970 se derrumba el paradigma de las ideas keynesianas originales y se llega a un consenso claro. La inflación es un fenómeno de índole monetario. Las postulaciones de Milton Friedman rescataron la teoría cuantitativa del dinero; y señalaron una relación causal entre la expansión de la oferta monetaria y el aumento del nivel de precios.
La inflación es la pérdida del poder adquisitivo de la moneda, y este parámetro es un precio más de la economía que se determina en el mercado monetario a partir de la interacción entre la oferta de dinero (que inicia en la emisión del Banco Central) y la demanda de dinero (la cantidad de dinero que quiere la gente).
Con información de Derecha Diario.