Daniel Gómez (ALN).- La historiadora venezolana Margarita López Maya no es optimista con el futuro de Venezuela. Y es que los venezolanos no sólo sufren la crisis humanitaria, la hiperinflación y la pandemia, también la desconexión de la dirigencia opositora. Una “debacle”, dijo en entrevista con el diario ALnavío, que Nicolás Maduro aprovechará para “también perseguir a la sociedad civil”.
La venezolana Margarita López Maya es una de las historiadoras latinoamericanas más reputadas. Licenciada en Historia, doctora en Ciencias Sociales por la Universidad Central de Venezuela y profesora titular jubilada de esta misma universidad, es experta en temas de protesta popular, proyectos políticos contra-hegemónicos y chavismo.
Su voz es referencia para académicos y periódicos de todo el mundo a la hora de analizar la situación de Venezuela. Hace poco más de una semana, en la cadena británica BBC, dijo que la oposición venezolana está en su peor momento desde que Hugo Chávez llegó al poder. Este lunes, en un análisis del periódico francés Le Monde, sentenció que “todo el país se ha derrumbado”.
¿Por qué lo dice?
En entrevista con el diario ALnavío, Margarita López Maya da respuestas a estas preguntas y lanza una advertencia: a partir del 5 de enero, con la Asamblea Nacional en manos del chavismo, se avecina una etapa de más represión: contra los políticos y también contra la sociedad civil.
-¿Por qué dice que la oposición venezolana está en su peor momento?
– Las últimas encuestas muestran los muy altos niveles de rechazo a la dirigencia política por parte de la población. Es cierto que el que tiene menos rechazo político es Juan Guaidó y ronda el 67%, según Datanálisis. Pero estamos hablando de rechazo político. Por otra parte, está todo este proceso electoral en el que el gobierno intervino las siglas y las directivas de los partidos mayoritarios, que también los debilitó. Y por último está la estrategia de no participar en las elecciones parlamentarias. Verdaderamente hizo una mella muy fuerte en la legitimidad que el gobierno interino pueda tener a partir del 5 de enero. Con la Asamblea Nacional dominada por el chavismo, se potencian las posibilidades de severa persecución a los diputados de la oposición. Muchos tendrán que salir al exilio. Ahora mismo se me hace difícil ver a Guaidó actuar en Venezuela sin ningún espacio institucional.
– ¿Quiere decir que fue un error no ir a las parlamentarias?
– La estrategia que diseñaron tenía cierto peso y cierto razonamiento porque las condiciones electorales eran muy difíciles. Sin embargo, ellos se retiraron cinco meses antes de que se produjeran y el gobierno aprovechó ese vacío para que ciertos partidos minoritarios entraran en las elecciones y se apropiaran de las siglas de los partidos opositores. Creer que un gobierno dictatorial les va a dar condiciones electorales para que les gane es una tremenda falla de estrategia política. Esto ha provocado que la dirigencia opositora quede desconectada y centrada en ellos mismos, intentando construir un gobierno interino en el exterior sin ninguna capacidad de éxito.
– ¿No se supone que la consulta popular es una iniciativa de la oposición para reconectar con el venezolano?
– Eso no sirve más que para consolidarse en el universo que les apoya. Ellos que tanto criticaron al gobierno por las condiciones de las parlamentarias, montaron una consulta popular sin ningún tipo de condiciones de transparencia. Tanto la consulta popular como las parlamentarias son las dos caras de una misma moneda, el extremismo político de Venezuela. Y las últimas encuestas indican que el 60% de la gente no está en esos extremos. No se identifica ni con el gobierno ni con la oposición. Se consideran independientes. Las parlamentarias servirán para afianzar a los chavistas. Y la consulta servirá para afianzar a la oposición. Pero ninguna servirá para atender la emergencia humanitaria que es la que se siente día a día en el país.
– ¿Qué pasará a partir del 5 de enero? La oposición apuesta por la continuidad administrativa de la Asamblea Nacional de 2015, y por tanto, del gobierno interino, mientras que el chavismo se hará oficialmente con el Parlamento.
– Hoy el liderazgo de Guaidó está en declive. Y tampoco hay un asentamiento legal para mantener una Asamblea Nacional en el exterior. La continuidad administrativa es una idea muy forzada para que sea reconocida internacionalmente. Quizá en los primeros meses los países mantienen ese apoyo, pero en el momento que eso deje de tener alguna capacidad de incidir en una transición democrática en el país, tendrán que irlo dejando. Este cierre de ciclo es una magnífica oportunidad para revisar la estrategia de cese de la usurpación, gobierno de transición y elecciones libres. Lo urgente en Venezuela es atender la pobreza, la miseria, la pandemia, la violencia, vamos a entrar en el cuarto año de hiperinflación, no tenemos salario… El tema ahora es reconectar con la gente y entenderla. Con esta debacle que está sucediendo en los partidos políticos, Nicolás Maduro comenzará también a perseguir a la sociedad civil, que ha estado denunciando la continua y masiva violación de derechos humanos en Venezuela. Este año ha amenazado varias veces con prohibir el financiamiento internacional, la semana pasada intervino a una ONG en Caracas que da comida a niños porque su director era un dirigente de Primero Justicia.
– ¿Puede la llegada de Joe Biden al gobierno de Estados Unidos el 20 de enero dar un nuevo impulso a la oposición?
– Para la oposición enero tiene que ser un momento de revisión de la dirección política, de las estrategias. A partir de ahí, con la ayuda de un gobierno demócrata de Estados Unidos, un gobierno que seguramente tendrá más cooperación con Europa, intentar trazar una estrategia más centrada en las necesidades de la población.
– Usted habla de reconectar con la gente. De centrarse en la población. El excandidato presidencial Henrique Capriles está apostando por eso mismo.
– Al final los vacíos se llenan. Henrique Capriles ha estado de bajo perfil hasta estos últimos tiempos. No estuvo de acuerdo con la estrategia de las parlamentarias y trató de abrir un espacio de negociación por fuera que no tuvo ningún efecto, pero ahora, como bien creo yo, se movió a llenar el vacío de representación y encontrar vías alternas a la crisis. Ahora hacen falta estrategias más enraizadas en lo local, en lo sectorial, en los municipios, en las regiones, para lograr una transición democrática más adelante.
– Precisamente la alta comisionada para los Derechos Humanos de la ONU, Michelle Bachelet, dijo que la estrategia de la oposición será centrarse en las elecciones de gobernadores y alcaldes. Que se lo manifestaron desde la propia oposición, aunque no precisó si vino de parte de Guaidó, de Capriles o de cualquier otro sector.
– [Margarita López Maya se ríe] Que la noticia la dé Michelle Bachelet dice mucho [continúa riéndose]. Espero que esto se oficialice. Por ahora han estado negados a participar hasta que el gobierno les dé condiciones. El gobierno no se las va a dar para las regionales del 2021 ni para las municipales del 2022. Hay que propugnar algún acuerdo político con unas mínimas condiciones para que se pueda competir, para que se tengan ciertos derechos civiles y políticos en los partidos que han sido intervenidos, así como los políticos que están en el exilio.