Juan Carlos Zapata (ALN).- El plan de Nicolás Maduro y Diosdado Cabello va en la dirección prevista. Liquidar a Juan Guaidó. Liquidar el liderazgo de Guaidó. Liquidar la Asamblea Nacional. El régimen de Maduro quiere demostrar que controla el poder interno. Y que ya es hora de ponerle punto final al experimento de Guaidó.
Había una vez un muchacho
– No soportan a Juan Guaidó. A Guaidó hay que eliminarlo. Hay que liquidar esa política. Ese experimento que surgió de la nada.
– Guaidó es el muchacho al que subestimaron.
– Lo subestimó Maduro llamándolo muchacho. Maduro cometió el mismo error que la oposición con él.
– La oposición subestimó a Maduro y Maduro aguantó.
– Algo parecido ocurre con Guaidó. El muchacho fue reconocido por más de 50 países. Y ese un problema para Maduro.
– El muchacho logró una línea de sanciones que han puesto contra las cuerdas a Maduro.
– El muchacho hizo posible el contexto para que el régimen fuera puesto en evidencia en violación de derechos humanos.
– El muchacho logró que el régimen sea monitoreado en derechos humanos por la ONU.
– El muchacho logró el contexto para que el régimen se sentara a negociar.
– El muchacho llevó las negociaciones hasta el punto de hacer que el régimen rompiera. Rompió Maduro.
– El muchacho logró la evidencia de que el régimen no quiere elecciones libres.
– El muchacho puso en evidencia las contradicciones internas en el régimen.
– El muchacho ha resistido, y el régimen a pesar de toda la arremetida, no ha logrado que se rinda, que huya, que se vaya.
– El muchacho es un esquema, una política, una estrategia, que no puede seguir existiendo.
– Por eso Diosdado Cabello pasó a llamarlo Juanito Alimaña.
– Por eso Maduro lo llama cobarde.
– Por eso Maduro y Cabello lo llaman traidor.
– Por eso Maduro lo llama gusano y bandido.
– En cada insulto se nota que Guaidó les incomoda y mientras exista Guaidó el régimen está en situación de riesgo.
La ofensiva final
– Cabello dice que el “peo ya está prendido”
– O lo que es lo mismo: La guerra está en desarrollo.
– La pelea es real.
– El régimen se vuelve a encontrar en la encrucijada del 10 de enero de 2019.
– Maduro, en esa fecha, opta por juramentarse otra vez como presidente cuando ya le han advertido que no será legítimo, que no será reconocido.
– Maduro retó y la comunidad internacional y el país respondieron.
– Maduro y Cabello creyeron que el costo político ya estaba cubierto con las elecciones de 2018. Pero no.
– Maduro y Cabello no calcularon el nuevo costo. Desde entonces no han tenido tregua.
– Como parece que ahora tampoco calculan lo que ambos pueden desencadenar si liquidan a Guaidó.
– Pero están obligados a hacerlo. Dicen ellos. Colmados de la paciencia. Dicen ellos.
– Porque no se entiende que haya otro Presidente en un mismo país.
– Y un Presidente reconocido por medio mundo.
– Y un Presidente que les arrebata activos en el exterior.
– Un Presidente que les estrecha el cerco financiero.
– Un Presidente que logra que el “imperio” decrete un bloqueo al otro Presidente.
– Un Presidente que pone a dudar a aliados como Rusia y China.
– Un Presidente que de manera directa o indirecta logra un cuadro como el del 30 de abril.
– El régimen pierde la paciencia y decreta de palabra el final del tiempo de Guaidó.
– Cabello dice que la justicia llega.
– Cabello dice que los traidores serán tratados como traidores.
Tensar la cuerda
– Los grupos han cerrado filas.
-Los grupos de Cabello, de Maduro, del ministro Tareck El Aissami.
– El grupo del generalato de la Fuerza Armada.
– En los otros grupos hay menos confianza. En los boliburgueses, en los magistrados. Pero los necesitan.
– Maduro y Cabello están jugando a conciencia.
– Ambos mantienen el mismo discurso de que están preparados para cualquier reacción, incluyendo la militar.
– Ambos saben que están tensando la cuerda interna.
– Ambos saben que en las filas del chavismo no hay consenso total.
– Ambos saben que inclusive en la Fuerza Armada hay fisuras.
– Ambos saben que las encuestas no los respaldan.
– Ambos saben que no han podido superar la crisis económica.
– Ambos saben que el Estado no funciona.
– Ambos saben que lo que tienen es un relato. El relato cubano. El relato de la agresión imperial.
Maduro y Cabello toman la decisión
– Los estrategas de Maduro toman el riesgo.
– Guaidó lanza el alerta mundial.
– Con la Asamblea Nacional Constituyente Maduro sofocó la protesta interna, ganó tiempo, pero comenzó a sufrir el costo internacional.
– Las elecciones de 2018, montadas a la medida, no convencieron ni en lo interno ni en lo externo. El régimen retrocede.
– La juramentación del 10 de enero le dio alas a Guaidó y convocó el rechazo internacional. El régimen retrocede.
– Y desde entonces, el de Maduro ha sido un régimen acorralado.
– Tanto que no ha podido con Guaidó.
– Guaidó es un evento inédito que hace inédito el próximo escenario.
– Guaidó dice que Maduro no frenará la lucha.
– Guaidó dice que la arremetida solo logrará que aumente la presión contra el régimen.
– Guaidó sigue adelante, al punto que formará gobierno, nombrará ministros.
– Guaidó dice que los días de Maduro están contados.
– Cabello y Maduro también calculan que los de Guaidó han llegado a su fin.