Zenaida Amador (ALN).- Venezuela aún no reacciona ante la inédita situación de tener dos presidentes en funciones, Nicolás Maduro y Juan Guaidó, uno considerado ilegítimo y otro avalado por la mayor parte de la comunidad internacional. En este complicado contexto y con el peso de las sanciones internacionales, Maduro impulsa una nueva política cambiaria con la que busca ganar espacios de sobrevivencia.
Nicolás Maduro decidió reajustar el sistema cambiario, que ha estado sometido a un corrompido control desde 2003 y que, con marchas y contramarchas, en buena medida sentó las bases de la destrucción económica nacional. Ahora da luz verde a la devaluación, permitiendo tasas por encima de las estimaciones del mercado negro, y saca recursos de donde no hay para entregarle euros a la banca nacional con el fin de atender a sectores estratégicos. ¿Qué hay detrás de estas acciones y qué hace un grupo español involucrado en el proceso?
La aparición de Interbanex
El 24 de enero, un día después de que Juan Guaidó se juramentó como presidente y la nación entera se convertía en un hervidero, apareció la cuenta de Twitter @interbanex. En ella Interbanex se presentó como “una plataforma tecnológica de intermediación cambiaria para el sector privado nacional y operadores cambiarios autorizados por el Banco Central de Venezuela (BCV)”, con la coletilla “Sistema de Mercado Cambiario Libre y Privado”. Dicho aval fue dado por el BCV también a través de Twitter.
El lunes 28, Interbanex lanzó un tuit -con un enlace para consultar su carta de presentación- en el cual acotaba “somos españoles” y “queremos invertir en Venezuela”. El tuit, vale señalar, fue borrado posteriormente. En la citada carta se presentaban como Interban Exchange C.A., una compañía anónima registrada en Venezuela que, según la agencia Reuters, tiene como accionistas a Ampajesu, empresa registrada en Granada, España, y Bull Equity Management, una sociedad de Barbados.
Les entrego esta carta. Es solo una presentación del proyecto. Somos Españoles. Queremos invertir en Venezuela. Necesitamos un mercado de divisas libre, privado y un mercado interbancario robusto. De ahí nació la propuesta que se terminó aceptando. https://t.co/Gl6gt1mnFp
— InterBanex (@InterBanexVe) 28 de enero de 2019
El mismo día Interbanex comenzó operaciones y colocó la tasa de cambio inicial en 3.200 bolívares por dólar. Ese día en el mercado paralelo, que siempre se movía muy por encima de la hasta entonces conservadora paridad oficial, la cotización estaba alrededor de 2.800 bolívares.
Sin embargo, este martes 29 de enero ya circulaba la versión de que la plataforma paralizaba las operaciones. Al parecer Ampajesu, que aparece en el Registro Mercantil de Granada asentada con fecha 24 de octubre de 2018, decidió retirarse de Interbanex sin que se conozcan mayores detalles.
Horas antes, el diputado a la Asamblea Nacional, José Guerra, dijo sobre Interbanex que se trataba de una “empresa desconocida, fundada por un ciudadano español en Andorra, y parece que quien está detrás de todo esto es (José Luis) Rodríguez Zapatero”.
La megadevaluación
Aunque se desconocen los pormenores sobre Interbanex, se sabe que comenzó operaciones con la participación inicial de una sola institución bancaria, el Banco Occidental de Descuento (BOD). La idea, según Interbanex, es que los demás bancos privados, como operadores cambiarios autorizados, oferten y demanden las divisas de sus clientes en la plataforma realizando el debido proceso legal.
Nicolás Maduro decidió reajustar el sistema cambiario, que ha estado sometido a un corrompido control desde 2003 y que, con marchas y contramarchas, en buena medida sentó las bases de la destrucción económica nacional
En todo caso, la paridad de 3.200 bolívares por dólar se convirtió en una muestra de la línea de acción del régimen de Maduro, que llevó el tipo de cambio del mercado oficial de divisas, o Dicom, a 3.299,12 bolívares por dólar. El miércoles 23 de enero la paridad estaba en 1.572,55 bolívares por dólar.
Luego de permitir este subidón del “dólar oficial”, el BCV emitió un par de resoluciones a través de las cuales, además de ajustar el encaje legal de la banca, anunció que “ha decidido intervenir en el mercado cambiario con la meta de estabilizar el tipo de cambio en alrededor de Bs 3.300 por dólar (3.773,7 por euro), cotización oficial del día 28 de enero de 2019”.
Señaló que dicha intervención cambiaria “se aplicará a partir del 29 de enero de 2019 y se instrumentará a través de las entidades del sistema bancario, las cuales ya han sido informadas del funcionamiento del mecanismo”.
Este mecanismo es distinto de la plataforma privada de transacción de divisas de Interbanex y del mercado oficial del Dicom. Para explicar el sistema los funcionarios de Maduro llamaron a una reunión a los representantes del sector financiero privado, donde se les indicó que el BCV les venderá unas cantidades determinadas de euros que ellos “deben” comprar y ofertar a través de sus mesas de dinero a clientes identificados por las autoridades como prioritarios por pertenecer a sectores económicos sensibles.
Las asignaciones de los euros ya fueron hechas y se espera que en lo inmediato este mecanismo comience a operar.
Maduro se queda sin el oxígeno financiero de PDVSA
¿Por qué ahora?
Maduro carece de recursos para atender las necesidades internas de la economía y más ahora con las nuevas sanciones petroleras impuestas por Estados Unidos. De hecho, el Dicom había operado a lo largo del último año prácticamente con las divisas que el propio sector privado ofertaba en el sistema.
Sin embargo, Maduro había centralizado algunas operaciones, como la importación de materias primas para el sector manufacturero privado, en especial de áreas clave como la alimentaria, como un mecanismo de control adicional sobre el empresariado. Pero en la actual circunstancia ya no posee recursos para hacerlo y necesita darle algo de impulso a los privados para que retomen las importaciones por su cuenta como una vía para mitigar la profundización de la crisis que se avecina, dejando de lado el impacto en los precios finales al consumidor.
Se desconoce de dónde salen los euros que Maduro está poniendo en el sistema, pero es de esperarse que vayan destinados prioritariamente a importadores de insumos agroalimentarios y de medicamentos, dada la magnitud de la crisis interna.
Con el descontento social exacerbado por la escasez, la hiperinflación y la destrucción de puestos de trabajo tras cinco años de contracción económica, Maduro busca alguna vía que le permita compensar la situación mientras intenta sostenerse en el poder ante Juan Guaidó, quien cuenta con más de 20 millones de dólares en ayuda humanitaria -aportada por la comunidad internacional- que espera ingresar al país en febrero.
Al margen de esto, el mercado cambiario ha dado para muchos desmanes a lo largo de los últimos 16 años de control por parte del Gobierno. Se calcula que en su gestión fueron malversados unos 300.000 millones de dólares y, dada la probabilidad de un cambio de Gobierno, no es descartable que sea una última ventana de oportunidad para las corruptelas internas.