Reinaldo Iturbe (ALN).- Nicolás Maduro se siente confiado. Lo dijo la noche del jueves en un acto con representantes sindicales transmitido por la prensa oficial. El mandatario aseguró que «ya es hora» de aumentar salarios y pensiones en petros (una criptomoneda anclada al precio del barril de petróleo, cuyo valor actual ronda los 60 dólares por unidad).
«Tengo músculo para pagar y ya es hora», fueron las palabras textuales de Maduro, quien terminó anunciando que el sueldo mínimo y las pensiones pasarán a medio petro. Medio petro son 30 dólares. El salario mínimo anterior, duramente criticado, se aproximaba a los 2 dólares, una cifra insignificante, tomando en cuenta que en el sector privado hay una carrera alcista de los sueldos tasados en dólares.
La más reciente encuesta de la patronal privada Conindustria, dice que durante el lapso de un año, las pequeñas empresas duplicaron el salario de sus obreros, que ganan en promedio 152 dólares.
Maduro también se metió en la carrera alcista con aparente precisión de cirujano:
-Tiene controlada la inflación, que sigue desacelerándose.
-Tiene bajo control el multiplicador monetario bancario.
-Redujo su déficit fiscal desde los 25 puntos a 5 puntos (este dato es una estimación de la firma privada Ecoanalítica).
-Tiene bajo control, también, el tipo de cambio, que está anclado alrededor de los 4,60 bolívares por dólar mediante intervenciones de liquidez semanales por parte del Banco Central.
-Tiene bajo control la calle. La calle se enfrió. La enfrió la oposición con erráticas promesas inejecutables. Ahora las protestas disminuyeron de manera cualitativa y cuantitativa.
-Tiene abierto el grifo de los ingresos por exportación de petróleo. La producción se ha incrementado desde diciembre y se espera que siga aumentado al cierre de marzo. Esto trae como consecuencia mayor cash flow (flujo de caja).
De allí que Maduro haya dicho que tiene «músculo». De hecho lo tiene. Y está echando a andar el músculo con velocidad: se aproximan las elecciones presidenciales y Maduro tiene planes, por ahora, de gobernar hasta el 2030.